Narce del noreste
Moisés Ayala

Monterrey.- Dentro de la literatura del noreste es importante siempre mencionar la obra de Ricardo Elizondo Elizondo, que cumple ya un año de su muerte. Una de las obras que más son nombradas es la de Narcedalia Piedrotas*, lúdica desde el título, pero a la vez seria, grotesca. Buscando el nombre de Narcedalia en la web y en libros de nombres, me encontré con las siguientes definiciones: que es bella y muy alegre.

De alguna forma Ricardo lo sabía y dentro del sarcasmo le dio ese nombre al personaje más feo y menos alegre de Perdomo, pero dotada con la inteligencia suficiente como para construir en unos cuantos años una empresa multinacional.

Con lenguaje y situaciones que entendemos muy bien los norteños, con personajes que existen en la zona rural del noreste de México, la novela se va desarrollando desde que los abuelos tienen memoria hasta cuando los niños son criados por la televisión.

Pero Narcedalia Vega no es el centro de la novela, primero está Perdomo y a la misma altura de Piedrotas están: Juana Maura, con su rutinario amor de las tardes, el doctor Sergio Garza con tres tragedias matrimoniales, Guadalupe Vega aventurándose por el camino de la fe, y tres intervenciones necesarias para que la historia quedara más completa: El Chino Guango, las Cuchillonas  y El corrido del turco bandido.

Es impresionante cómo Ricardo logra ver y distinguir a todos esos personajes que de una u otra forma están presentes en las vidas de los pueblos. La cotidianidad de la sociedad rural está compuesta por alguna de las personas que Elizondo retrata de forma sarcástica, y podemos trasladar incluso a la historia de las ciudades de esta región y siempre encontraremos al empresario que comenzó de la nada, a la religiosa, al doctor apreciado por todos los del pueblo, al extranjero que vino a cambiar las costumbres y tradiciones, de manera tan simple como sembrar otra verdura, dar placer a los hombres o comerciar con estupefacientes.

Narcedalia Piedrotas tiene mucha tela por cortar, es un libro que da para muchos análisis posteriores sobre lo que somos, no sólo como norteños, sino como seres humanos.

Ricardo Elizondo Elizondo. Narcedalia Piedrotas. México, FCE, 2013. 419 pp. (Colección Popular, 621.)