Rebeldía
El que tiene que trabajar para comer
y repartir el pan en la mesa
no puede dares el lujo de morder la mano
en un acto de rebeldía
al que le da miserablemente un empleo
y lo explota
aunque caída abajo, se humille
y bese en el ombligo a la cobardía.
La rebeldía surge del que puede
del que tiene seguro el techo
Y en el lecho hay que comer.
Vergüenza de aquel que sabe y come
que viendo cómo se le saquea al pobre la canasta
viendo el pesebre del indigente y desvalido
o el pie descalzo del mendigo
no ha sido capaz de decir basta….
Maricela de la Garza