HORIZONTE CIUDADANO
México de luto
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- No hay palabras. Cuando analizamos el contexto mexicano, la realidad nacional y local percibimos que las palabras no alcanzan, son insuficientes para describir, analizar y criticar los hechos. Cuando pensamos estar en el límite de las monstruosidades, aparece otra peor.

El martes en esta ciudad, un adolescente, alumno de una escuela secundaria de 14 años, asesinó con una navaja a uno de sus compañeros, una acción brutal, ¿o cómo podemos calificarla? ¿Por qué portaba esa arma? ¿Y los padres y los maestros, en dónde estaban?

Han pasado 21 días desde la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, fundada en 1926, apoyada y promovida por el Presidente Lázaro Cárdenas y en 3 semanas, nada, no hay rastro de los estudiantes, en cambio día tras día aparecen más fosas clandestinas con cadáveres: “Está repleto de muertos”, así lo afirman vecinos de Iguala, que aseguran que la ciudad está rodeada por un cementerio clandestino, le llaman, “el camino de las fosas.” (Reforma, 16,10,14.)

Las agresiones contra los estudiantes comprenden también al menos 6 muertos  y varios heridos graves, además de 28 muertos desconocidos y hasta ahora las autoridades han sido incapaces de atrapar a los presuntos responsables, el alcalde de Iguala y su esposa, prófugos de la justicia, a quienes además se les han encontrado vínculos con la delincuencia organizada y mientras lo que es evidente es la impunidad rampante.

Es indignante que el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ante el caso haya declarado que hechos como éstos, “ pueden afectar la imagen del país ante inversionistas extranjeros”, lo cual muestra su despreocupación, indiferencia e insensibilidad respecto a la barbarie que impera en el país que “dicen” gobernar, el secretario no ve que la imagen de México está por suelos y si no que revise el New York Time, los diarios de Latinoamérica, de Europa, las declaraciones de la ONU y de las organizaciones civiles internacionales.

Resulta igualmente vergonzoso que el que dice gobernar en Guerrero, Ángel Aguirre se niegue a aceptar que en ese estado reina la ingobernabilidad y que rechace que procede el juicio político en su contra o la desaparición de poderes en esa entidad y en el colmo del cinismo, dice que en Guerrero prevalece el Estado de derecho, Aguirre se defiende, echa mano de la simulación, cree poder tapar el sol con un dedo cuando es claro que ahí desapareció la justicia y lo humano.

En cambio se comprende, aunque no se justifica, la ira de los estudiantes que han incendiado el Palacio de Gobierno estatal y dañaron la sede del Congreso y el Ayuntamiento. La solidaridad de los estudiantes universitarios del País para exigir la localización de los normalistas desaparecidos es alentadora, paros de actividades, mítines y marchas acompañan la exigencia de justicia, la UNAM, la UAM, la UPN,  Chapingo, las universidades de Zacatecas, Tlaxcala, Michoacán, Guanajuato, la exigencia es: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Nos negamos a que el terror se vuelva régimen, a que la política sea una actividad de depravados, nos negamos a que la democracia sea secuestrada por la delincuencia organizada y la perversidad criminal, nos negamos a que ésta nos aísle y disuelva a las organizaciones sociales y siga corrompiendo los lazos de sociabilidad como ya sucede en Michoacán, Tamaulipas, Guerrero y el Estado de México, nos negamos a la posibilidad de ser desaparecidos en una fosa clandestina, nos negamos a ser gobernados por un narco estado,  nos negamos a que la barbarie siga siendo la normalidad de nuestra realidad cotidiana.

¿Y usted qué hará para impedirlo?