Cuentos del Espirituario
Aidé Cavazos

Monterrey.- Una vez más, Eligio Coronado nos sorprende con este libro de cuentos cortos en el que aborda, como él lo llama, el Espirituario.

Donde con excelente prosa poética, nos lleva, de forma lúdica y metafórica a la reflexión acerca de la existencia de nosotros mismos, de la convivencia entre vivos y muertos, donde, cito: “No hay infierno ni otras instancias burocráticas” (p. 6); fin de la cita.

Eligio juega con el lenguaje de manera magistral invitándonos al análisis de nuestro acontecer diario, en este mundo donde cohabitamos y no convivimos.
La muerte, que para la mayoría sería desesperanza, para nuestro autor es la posibilidad de abrir la puerta a la imaginación, al análisis y a la reflexión.

Nos desafía ante la posibilidad de encontrarnos a nosotros mismos. Saber si en realidad seguimos vivos o ya partimos y nadie nos ha enterado.

Juega con la dualidad al hablar de los “vivos”, pues como decía Maupassant, tal vez se refiera a lo que él llamaba “la gente pequeña”.

Curtido por la vida en las letras, nuestro autor nos relata a través de su memoria literaria, un tejido invisible de convivencia entre vivos y muertos.
“Morir es cosa de todos los días”, dice en el cuento “Comprensión” (p. 7), donde se habla de tú con la muerte de manera entrañable.

En sus cuentos encontramos intertextualidad,  tal es el caso de “De apariciones” (p. 11) donde conviven vivos y muertos a la manera de Juan Rulfo en Pedro Páramo.

Nuestro personaje, el muerto, se sincera con el lector al decir que desde hace  tiempo ya no está entre nosotros y nos habla desde su otra vida, la de siempre.
En estos cuentos cortos, Eligio nos lleva de la mano para enseñarnos a ver la vida desde el otro lado: el de la muerte de los vivos.

Ente líneas, Eligio se torna observador y en ocasiones, crítico de su tiempo: En ”Los muertos” nos dice: “El único temor que nos acosa es el olvido” (p. 13).

En cuanto a la estructura externa, el autor nos muestra, de manera cronológica, la secuencia de cada uno de sus cuentos ubicándonos con ellos en el contexto: En el primer texto nos sitúa, es una especie de introducción, luego viene el de andenes, nos acerca al tema a tratar, después, se apoya en las sombras, los sueños, la duda, el olvido, la negación, la muerte del fantasma y, por fin, la aceptación.

Sólo los que habitan en El Espirituario poseen la paz interior para dejar de correr tras trivialidades y dedicarse a crecer.

* Eligio Coronado. Cuentos del espirituario. Monterrey, N.L.:  Edit. Poetazos, 2014. 30 pp. (Serie: Tuvieron Éxito, Pero no Razón.)