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1727 9 Diciembre 2014

 

 

ANÁLISIS A FONDO
Devaluación del peso
Francisco Gómez Maza

 

Ciudad de México.- El peso mexicano, el dólar estadounidense, nuevamente en problemas de relación, un matrimonio siempre desavenido, una crisis cambiaria anunciada, esperada, una devaluación muy explicable…

Y no estábamos mejor preparados, como lo advirtió hace unos días Videgaray Caso, tanto que el Banco de México tuvo que salir al mercado a organizar subastas para detener la caída de la moneda mexicana. La fuga de capitales por el miedo, siempre el miedo de los que pueden invertir, y se van con sus dólares, como golondrinas, a nidos a procrear más dinero. Esta fuga del miedo es una de las grandes causas de la devaluación de la moneda.

Cuando la divisa monetaria de un país se devalúa frente a monedas de las potencias económicas, toda la estructura productiva se echa a perder.

Basta sólo recordar las grandes devaluaciones mexicanas: la de 76, cuando Luis Echeverría no tuvo más que reconocer que el peso había estado por años demasiado sobrevaluado a 12.50 por dólar, en una economía ficción sostenida por decreto de los presidentes de la revolución.

O la gran crisis del 81, cuando las arcas nacionales se quedaron vacías por una desaforada fuga de divisas, y México no tuvo para pagar ni el servicio y menos el capital de su entonces abultada deuda con la banca comercial del exterior.

O la del 94-95, causada por aquellos errores de diciembre de Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo, cuando se ponía en vigencia el TLCAN, estallaba la rebelión indígena en las montañas y la selva de Chiapas, y era asesinado en Lomas Taurinas el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.

Entonces, los ideólogos del sistema neoliberal impusieron a los gobiernos –Vicente Fox y Felipe Calderón– la política de dejar hacer, dejar pasar, para confrontar una crisis económico financiera que, con el retorno de los brujos priístas, no sólo no se ha resuelto, sino que se ha ahondado por el impulso que le dan a una errática política económica los gurúes fondomonetaristas, a través de los aprendices de Dianética y Cienciología Economicista, al mando de don Luis.

La situación actual del tipo de cambio no es como la que concebían en la secretaría de Hacienda y en Los Pinos. La realidad del mercado cambiario ya obligó al Banco de México, la máxima autoridad en política cambiaria, a adoptar medidas preventivas para proveer liquidez al mercado cambiario en caso necesario. Es decir, que el peso se está despeñando por la volatilidad de los mercados financieros y la ignorancia de los jovencitos cienciólogos, dianéticos, economicistas, que deberían velar por el equilibrio de los mercados, para evitar la fuga de capitales. Habría que esperar el informe de la Cuenta Corriente en Balanza de Pagos para conocer exactamente el monto de los capitales que se han fugado principalmente en estas últimas semanas de diciembre. Quienes vayan a vacacionar a los despelucaderos gringos van a tener que abultar sus presupuestos de gasto.

A 14.70 pesos llegó este lunes la cotización del dólar estadunidense, una brutalidad. La Comisión de Cambios del banco central subastará, a partir de este martes, para intentar parar la devaluación, 200 millones de dólares diarios, a un tipo de cambio mínimo, equivalente al FIX*, determinado el día hábil inmediato anterior, conforme a las disposiciones del Banco de México, más 1.5 por ciento. Detrás del telón cambiario opera la estrepitosa caída en el precio del petróleo y la expectativa de mayores tasas.

Todo, sin embargo, es según el color del cristal con que se vea. La fuerte depreciación del peso podría ser un factor que impulse la recuperación, de acuerdo con los que ve las cosas color de rosa mexicano. Alegan que el principal motor de la economía son las exportaciones manufactureras, y la recuperación el mercado estadounidense podría jugar a favor de México.

Pero el color de rosa puede ponerse rojo. Las empresas exportadoras, para que produzcan sus productos exportables tienen que importar materias primas, insumos. Y en este rubro es donde la puerca tuerce el rabo. Con la devaluación, lo que se gana en las exportaciones, se anula con las importaciones.

Y cuidado, no está nada lejos de que el dólar llegue a costar 15 pesos. Y entonces sería el caos. Y para allá vamos.

* El tipo de cambio (FIX) es determinado por el Banco de México con base en un promedio de cotizaciones del mercado de cambios al mayoreo para operaciones liquidables, el segundo día hábil bancario, siguiente en el Diario Oficial de la Federación, un día hábil bancario después de la y que son obtenidas de plataformas de transacción cambiaria y otros medios electrónicos con representatividad en el mercado de cambios.

fgomezmaza@analisisafondo.com
www.analisisafondo.com

 

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