MUROS Y PUENTES
Scherer García
Raúl Caballero García

Dallas.- La muerte de Julio Scherer García pone de luto a la prensa en el mundo. Su pluma –honesta y precisa– nos deja un legado de valor y entereza en el ejercicio del periodismo.

Scherer García fue un periodista cuyo trabajo ilumina el quehacer de su propia generación y el de las generaciones que le siguen. Fue un periodista cabal, un referente del oficio, un árbol excepcional en el erial de la prensa mexicana.

Fue un maestro, gran periodista entre los buenos periodistas, así consta por sus acciones y en sus escritos. Su trabajo en Excélsior, la admirable salida de ese diario rodeado de sus compañeros, la fundación de Proceso, su digno combate cotidiano por la verdad –por escribir los hechos– que deja plasmado número a número, página a página, libro a libro.

Scherer García fue un periodista sensible ante sus lectores, porque fue un periodista que guardó su distancia ante gobernantes y autoridades y poderes fácticos –indómito entre tanta prensa servil al poder–.

Escribió un periodismo intachable, de una transparente estridencia, porque apuntaba con claridad su denuncia; con sus pares pugnó por la libertad desde un periodismo crítico e independiente y al hacerlo creó escuela –que si bien son los menos, cada vez son más–; en México sobresalen valiosos periodistas... los independientes, los críticos, los que como Scherer García, se nos vuelven imprescindibles.

Su ejemplo reverbera, indeleble.