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1775 13 Febrero 2015

 

 

MUROS Y PUENTES
#Todas las vidas importan
Raúl Caballero García

 

Dallas.- Reseñemos una de las notas trascendentes de la semana en EU, la del asesinato a balazos de tres jóvenes musulmanes en Carolina del Norte.

Si bien el hecho se ha difundido, su difusión ha sido con un bajo perfil, pese que el acto acusa ser una ejecución (lo que lo hace escandaloso), dado que las víctimas recibieron los balazos mortales en la cabeza.

Por lo mismo aún no queda del todo claro el móvil ni los detalles precisos del triple asesinato perpetrado por Craig Stephen Hicks, un declarado antireligioso, la tarde del martes 10.

Los musulmanes eran dos mujeres y un hombre; ellas eran hermanas y él estaba casado con una de ellas: Razan Abu-Salha, de 19 años, hermana menor de Yusor Abu-Salha, de 21 y esposa de Deah Shaddy Barakat, de 23 años. Los tres eran universitarios.

La policía en principio ha manejado una supuesta disputa por un espacio de estacionamiento, pero a mi modo de ver la información apunta más bien a un nuevo crimen de odio, un crimen xenófobo, racista.

Hicks, de 46 años, está detenido con cargos de homicidio en primer grado. Se trata de un individuo que solía publicar en Facebook comentarios antireligiosos, miembro de un grupo llamado Ateos por la Igualdad, y quien según el padre de las mujeres ya antes había amenazado a las víctimas con desprecio.

El papá de las hermanas muertas se llama Mohammad Abu-Salha y según sus denuncias proyectadas en CNN, la comunidad musulmana se siente insegura, atacada, y siente que se les trata de manera injusta. Abu-Salha ratificó en The News & Observer, de Chapel Hill, que fue un crimen de odio, que sus hijas vestían el velo islámico y que Hicks las había molestado en el pasado.

Sobresale también la voz de Manzoor Cheema –fundador del grupo Musulmanes de Raleigh por la Justicia Social– quien reclama “una ola de islamofobia” en el estado.

Cheema declaró que esta tragedia se suma a otros ataques contra los musulmanes en Carolina del Norte. “Espero que este trágico y horrible acto se vuelva un punto de inflexión, que traiga la realidad de que si prevalece la demonización de musulmanes –al igualar su religión con el terrorismo– implica más ataques”.

La noche del miércoles, miles de manifestantes sostuvieron una vigilia en el campus universitario, recordaron a las víctimas de Hicks y oraron por ellas con velas encendidas; el Consejo Americano de Relaciones Islámicas exige que la investigación sea federal, por la naturaleza brutal del crimen, por las posturas de antireligioso del homicida, por la vestimenta de las dos mujeres y la retórica antimusulmana en la sociedad estadounidense.

La reacción de la población –que una vez más atestigua el crimen sufrido por un grupo minoritario desde un perfil de aparente iniquidad– evocó el asesinato del afroamericano Michael Brown, de Ferguson, Missouri en agosto pasado, pues en Twitter corrió el hashtag #MuslimLivesMatter (Las Vidas de Musulmanes Importan), similar al que cundió tras la muerte del joven Brown.

E igualmente no pocos usuarios de la red acusaron que la atención mediática hubiera sido mayor si los fallecidos hubiesen sido blancos y el asesino un musulmán... #Todas las vidas importan.

Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth, Texas. E-Mail: rcaballero@diariolaestrella.com Twiter: @raulcaballero52.

 

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