HORIZONTE CIUDADANO
Brechas profundas
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- En estos días se celebra en la ONU la reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (CSW por sus siglas en inglés) que es el principal órgano intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

En la reunión participan varias mujeres mexicanas, representantes de organizaciones sociales y organismos gubernamentales.

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, manifestó que los cambios que se han producido desde la inauguración de la Plataforma de Acción de Beijing hace 20 años, han sido “inaceptablemente lentos”, agregó que, “en la nueva agenda de desarrollo las mujeres deberán estar al centro y al frente si queremos que ésta sea verdaderamente transformadora, ya que, “si las mujeres prosperan, todos prosperamos”.

En cuanto a los avances en equidad de género, Ban Ki-moon indicó que hoy  más niñas acceden a la educación (sin mostrar porcentajes), se ha reducido en 50 por ciento la mortalidad materna, hay más mujeres al frente de empresas, gobiernos y organizaciones globales, pero los logros no son irreversibles, sostuvo; el funcionario enfatizó la necesidad de que los hombres cambien su mentalidad, porque de lo contrario el mundo no alcanzará nunca los objetivos de la igualdad, y ahí está la gran dificultad, porque en la realidad no se percibe que a los varones mexicanos les preocupe de verdad impulsar los mecanismos que garanticen el cambio hacia la igualdad de género que las leyes establecen.

Por su parte, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez, reconoció ante la asamblea asistente que en México, el problema del embarazo de adolecentes es grave (se estiman en 350 mil al año), Cruz Sánchez, subrayó los “avances” que se han logrado en la administración de Peña Nieto, como sería la paridad en las candidaturas  a cargos de elección federales y locales y la integración de la perspectiva de género en el Plan Nacional de Desarrollo.

Yo le diría a la señora Cruz Sánchez que los avances que ella señala, no son concesiones graciosas del gobierno actual sino logros de la lucha incansable de las organizaciones de mujeres y las feministas que por décadas han bregado para alcanzar esos objetivos que se quedan cortos porque la realidad contradice a las leyes y planes por la igualdad: de 4 mil 456 cargos políticos de primer nivel, sólo 761 están en manos femeninas, o sea, apenas el 17 por ciento de las principales posiciones de poder público en México, aquí no hay una sola gobernadora, en el gabinete presidencial sólo participan 4 mujeres, tampoco hay legisladoras presidiendo el Senado o la Cámara de Diputados, no hay coordinadoras parlamentarias y tampoco presidentas nacionales de partidos políticos, en un país con 57.4 millones de mujeres y 54.8 millones de hombres, siendo éstos minoría parece que atajan hasta donde pueden el avance de la participación de las mujeres en la política, por qué las ministras, magistradas, senadoras, diputadas federales y locales, alcaldesas y embajadoras son minoría, y en el gabinete de Rubén Moreira, ¿acaso es equitativa la presencia femenina?

Analizar hoy la situación  que guarda el Estado mexicano ante la posición de las mujeres en este país lleva al observador sensible a oscilar entre la perplejidad y el desánimo porque  probablemente podría ser para año 2030 que este planeta quizá arribe al 50-50 en la equidad de género, pero en México es otra la historia porque el patriarcado está bien instaurado y el abatimiento de la desigualdad es muy lenta, de manera que en muchas mujeres pervive la mentalidad patriarcal para legitimar la inequidad de género. Pero a pesar de todo, venceremos.