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1830 1 Abril 2015

 

 

El debate sin norte
Eloy Garza González

 

San Pedro Garza García.- Poco alcances se podían esperar entre los candidatos a gobernador de Nuevo León que debatieron en El Norte.

No hay congruencia en un candidato que no asistió al debate anterior en el ITESM porque se convocó solamente a los punteros, pero que ahora sí levanta el guante que le tira un periódico local. ¿Se puede creer en un gobernante que desdeñe la discusión académica por acatar la agenda de un solo medio de comunicación?

¿O sí puede creerse en un debate donde las propuestas se leen en tarjetas al pie de la letra, el ingenio brilla por su ausencia y la capacidad de persuasión de todos los presentes es nula? De hecho nadie cree en esos candidatos bien maquillados (con o sin cabellera), que dicen hablarle a la gente, cuando en realidad apuntan sus mensajes a las cámaras de televisión, presentes o no.

¿Es encomiable un candidato que, cuando lo acusan de ocultar en su declaración de bienes tantas hectáreas de su propiedad, le responde a sus críticos: “los Medinas tienen en Mina más hectáreas que yo”?

¿O sí puede creerse en un candidato que repite lugares comunes sin ton ni son y que habla de generar empleos, sin reconocer que los empleos los producen las empresas y los comercios y no el gobierno corrupto que solamente burocratiza los trámites e impone trabas para obtener más moche?

¿O sí puede creerse en un candidato que alude a bajarse del caballo a la mitad del río, renunciando a su candidatura “si en el camino se dieran otras circunstancias”? En realidad las otras circunstancias son aquellas que han imperado desde el arranque de su campaña: no remonta en las encuestas y su presencia es meramente testimonial.

Entonces, si no podemos creer en las propuestas de los candidatos a gobernador de Nuevo León, ¿en quién podemos creer? En quienes producen la tan mermada y ya de por sí raquítica riqueza local y hacen grande a este Estado con sus propias manos, con su sudor y su cabeza.

En el debate de El Norte aprendimos que nadie vendrá a ayudarnos. Y que de un buen gobierno lo que más queremos es que no estorbe, que se quede detrás de la raya y nos deje trabajar. Y eso sí: que acabe con tanta inseguridad, asaltos y secuestros. A estas alturas, sólo en eso creemos.

 

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