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1835 8 Mayo 2015

 

 

Pequeña propuesta urbana para Monterrey
Eloy Garza González

 

San Pedro Garza García.- De las campañas de candidatos para gobernar Monterrey no quedará nada en la memoria de los regiomontanos, más que denuncias, agravios verbales, acusaciones mutuas y mediocridad irreversible como eje electoral.

Pero en este mar de miserias expuestas, sería bueno que (nomás por no dejar), se discutiera al menos una pequeña propuesta. Se trata de un concepto urbano que se conoce como “espacios compartidos”.

Este proyecto fue financiado por la Unión Europea para ciudades-piloto. Su primera fase se promovió con éxito hace años en Dinamarca, Holanda y Bélgica. Inició en Friesland, provincia al norte de Holanda, gracias a la inventiva del urbanista Hans Monderman.

Los espacios compartidos abogan por desregular el tráfico vehicular, rediseñando zonas específicas del espacio público. Los ciudadanos operan en colaboración social sin necesidad de regulaciones gubernamentales, apelando más bien a la inteligencia colectiva. Los vehículos, peatones y ciclistas coexisten en un mismo entorno, en espacios amigables para peatones (pedestrian friendly streets). 

¿Cómo opera en la práctica? Se suprimen marcas viales en el pavimento, división de carriles, pasos peatonales y estacionamiento; se eliminan semáforos y señales verticales de reducción de velocidad. Inicialmente se debe aplicar en áreas residenciales, con moderado volumen de tráfico, para luego ampliarlo a otras zonas citadinas. Se trata de inaugurar espacios citadinos sin señales de tránsito. Así de simple.

La idea es restringir el paso de vehículos pesados obligando a reducir la velocidad del tránsito vehicular. ¿Cómo? Modificando los estacionamientos, las áreas verdes, alternándolas de un lado a otro de la calle, a fin de impedir trayectorias rectas y creando dificultades para que los vehículos puedan acelerar su velocidad. A esta reforma urbana se añade el uso de adoquines y ladrillos en vez de carpeta asfáltica.

¿Podríamos tropicalizar en algunas colonias residenciales de Monterrey este proyecto también denominado “calles para vivir”? ¿Realmente el tráfico rodante podría coexistir con el peatonal dando prioridad a estos últimos en ciudades con escasa cultura cívica, ya no digamos vial como la capital de Nuevo León?

En realidad, ninguna ciudad que aspire a crecer civilizadamente se resistiría a recuperar una parte del entorno urbano para los ciudadanos y sus hijos. Claro está, la reconstrucción de las calles seleccionadas (mobiliario, vegetación, etcétera) sería costosa, añadiendo la ignorancia que por lo general tienen los alcaldes regios: su incultura urbana es vergonzosa. Por otro lado, está la deuda pública descontrolada y, por supuesto, la prioridad de tapar los baches. Pero tendremos que inventar salidas antes de que el futuro nos alcance, y Monterrey termine por ser una ciudad tercermundista. Y por voluntad propia, que es lo peor.

 

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