Suscribete

 
1841 18 Mayo 2015

 

 

Una teoría bronca para Nuevo León
Eloy Garza González

 

San Pedro Garza García.- Dos investigadores norteamericanos, Martin Gilens y Benjamin Page demostraron en un estudio reciente que las elecciones democráticas no sirven para nada.

Su investigación titulada “Testing theories of American Politics” recopila encuestas levantadas a lo largo de 20 años y el resultado es curioso: las élites económicas dominan el panorama del poder de EUA y los ciudadanos están al margen de cualquier tipo de influencia verdadera en el diseño y aplicación de políticas públicas.

¿Opera igual para las actuales elecciones locales y federales de Nuevo León las conclusiones de Gilens y Page? Quizá la evidencia empírica tendría que levantarse “in situ” en neustro Estado, pero sospecho que el resultado sería muy parecido: da lo mismo quien gane los comicios de 2015; se vote por uno u otro candidato, las mismas élites económicas y políticas se saldrán con la suya de seguir gobernando en beneficio exclusivo de sus intereses.

¿Y si gana Jaime Rodríguez? Tampoco habría diferencia: a pesar de su antipartidismo formal, “El Bronco” no significaría un cambio de mandos en la toma de decisiones políticas, ni por su persona dejarían de influir las mismas minorías dominantes. A este núcleo compacto la teoría política la denomina oligarquía. Su representación en la arena pública se llama partidocracia. Y ciertas candidaturas independientes no son más que apéndices de la misma partidocracia, aunque con diferente nombre y envoltura electorera.

Según Gilens y Page, la auténtica democracia implicaría dejar de temerle a un sistema de gobierno diferente, acabar con la resistencia mental al cambio y pulverizar la creencia absurda de que la toma de decisiones públicas son materia de unos cuantos privilegiados.

El rol de los ciudadanos es algo más complejo que meter una papeleta tachada en una urna y algo más próximo a la expresión libre de la voluntad popular que cambie de raíz la forma como nos administramos como sociedad. Toda una utopía a la que el laberinto de nuestra mediocridad local nos impedirá arribar. ¿O no?        

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com