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1870 26 Junio 2015

 

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Partidos sin políticas
Edilberto Cervantes Galván

 

Monterrey.- Cuando Francis Fukuyama planteó su tesis de “el fin de la historia”, se refería a que la democracia occidental en lo político, el capitalismo liberal en lo económico y el consumismo en lo cultural, se estaban imponiendo a nivel global como el único sistema viable, dejando atrás las opciones en torno al socialismo y el comunismo.

La celebración de elecciones, como señal democrática de acceso al poder, se ha generalizado en todo el mundo. Las políticas económicas neoliberales se aplican  en todos los países afiliados al Fondo Monetario Internacional, sin importar el origen partidista de los gobiernos. La eliminación de las fronteras económicas nacionales via los acuerdos de libre comercio resta fuerza a los nacionalismos y abre paso a visiones globales únicas.

En este proceso de implantación del pensamiento único, los partidos políticos han perdido identidad. Las políticas de gobierno se diseñan a partir de las normas y líneas internacionales sin importar el partido en el poder. La dimensión económica se coloca por encima de las cuestiones sociales y los criterios financieros se imponen como factor determinante.  

En Inglaterra, las diferencias en el gobierno entre el Partido Laborista y el Partido Conservador, se han ido perdiendo o diluyendo, les preocupa más las tendencias autonómicas y el continuar o no en la Unión Europea . El mismo proceso se presenta en los Estados Unidos con los partidos Demócrata y Republicano, la diferencia más significativa es en el trato a los migrantes. En la joven democracia española está sucediendo lo mismo, con el Partido Popular y el PSOE. Las políticas económicas neoliberales se colocan por encima de las tendencias y el discurso partidistas.

México no es la excepción; las históricas diferencias entre panistas y priístas se redujeron sensiblemente con la imposición de las políticas neoliberales a finales de los ochenta. La alternancia en el poder, del PRI y del PAN, no significó ningún cambio en la política económica y se mantuvo el mismo enfoque en la política social.

Con la conformación del Pacto por México, impulsado por el Presidente Peña Nieto, para dar sustento jurídico a las reformas estructurales -diseñadas casi todas ellas conforme las líneas de la OCDE-, los partidos PRI, PAN y PRD, adoptaron un sólo enfoque, una misma visión y una agenda legislativa conjunta. Los demás partidos simplemente jugaron un rol secundario, con diferencias de matiz o de mera forma. En esta confluencia de políticas, las diferencias entre los partidos se han ido diluyendo. ¿Cuáles posturas ideológicas o de políticas de gobierno diferencian a los partidos mexicanos? 

En el Distrito Federal, donde el PRD se encuentra en la oficina del Jefe de Gobierno desde 1997, la política social no se diferencia gran cosa de la instrumentada por el Gobierno Federal. Desde Solidaridad, con Carlos Salinas, hasta la fecha, el programa del Gobierno Federal de apoyo a los pobres ha cambiado de nombre cada sexenio, pero se mantiene el mismo enfoque y los pobres allí siguen. Se da la contradicción de que con el argumento de evitar que los apoyos a los pobres se utilicen con fines electorales, se suspende la entrega de los mismos durante las campañas, como si en esos tres meses los pobres no tuvieran necesidades.    

La oferta electoral de partidos y candidatos es muy similar. En las campañas se ofrecen becas, hospitales, escuelas, carreteras,  etc., que son buenas ofertas en si mismas, pero que no se desprenden de una estrategia de gobierno en base a resultados; ni se plantean desde la perspectiva de políticas públicas. La oferta es casi la misma independientemente del cargo electoral que esté en disputa.

Una vez que se instalan las políticas neoliberales es muy difícil que se puedan modificar o abandonar. Allí está el caso del gobierno griego; llegó al poder debido a su oferta de campaña de eliminar las políticas y medidas de austeridad y ahora se enfrenta a una férrea oposición de los acreedores que demandan más recortes al gasto público y menos gasto social. El pago de la deuda pública se coloca como primera prioridad, más alta que la situación de pobreza de la población o el riesgo de catástrofes sociales.

Los nuevos partidos españoles, sobre todo Podemos, tienen atractivo para los ciudadanos porque se oponen a que continúen las políticas neoliberales. Se proclaman en defensa de los ciudadanos; colocan a los intereses y derechos ciudadanos como la más alta prioridad, más alta que las políticas de gobierno.            
Según Lula da Silva, el Partido del Trabajo, brasileño, (fundado por él en 1980, y que ostenta la Presidencia del país sudamericano desde 2003), necesita pasar por una “revolución interna”, debido a que cayó en los mismos vicios que tienen todos los partidos que crecen y llegan al poder, y que son, afirmó: pensar solamente en cargos, en empleos y en ser elegidos.

El reto para los gobernantes  que tienen un enfoque social es abandonar las tesis neoliberales y colocar la calidad de vida de los ciudadanos como el indicador principal de su gestión.

 

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