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1910 21 Agosto 2015

 

 

La cartelización de los partidos
Patricio Morelos Moreno

 

Monterrey.-Richard Katz, profesor de la Universidad de Oxford y Peter Miar, profesor de la Universidad John Hopkins, propusieron en 1995 la tipología del Partido Cartel.

Tras hacer una revisión histórica de la evolución y la clasificación de los partidos políticos (de masas, de cuadros, atrapa todo, etcétera), los investigadores encontraron un nuevo modelo de organización. El Partido Cartel se distingue por utilizar los recursos del Estado para mantener su posición dentro del escenario político. Así mismo, se hace notar la colusión entre los partidos, privilegiando la colaboración sobre la competencia, reduciendo la posibilidad de encontrar una disputa real.

El PRI puede ser considerado desde sus inicios como un Partido Cartel. Durante gran parte del siglo XX, el sistema político mexicano tuvo un partido “oficial” no único, pero sí predominante, así como un presidente de la república que contaba con amplias facultades, procedentes de diversos escenarios (político, económico, social, etcétera). Si bien por muchos años el poder resultaba ser ilimitado, los cambios en el contexto general del país obligaba a cada titular de ejecutivo a ejercer un estilo personal de gobernar, utilizando los recursos del Estado para concentrar el poder.

Luego de la derrota del PRI en 1997, cuando pierde la mayoría en la Cámara de Diputados, y la posterior derrota en 2000, donde Vicente Fox obtiene la presidencia de la República, las cuotas de poder político en México se distribuyeron entre las principales fuerzas electorales del país. El PAN ya había ocupado importantes gubernaturas como Baja California (1989) y el PRD obtenía la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (1997), distribuyendo los colores partidistas alrededor del país. El establecimiento de los partidos políticos (PAN y PRD), amplió el panorama electoral haciendo más compleja la distribución del poder, comenzándose a presentar el fenómeno de la cartelización de partidos.

Tanto el PAN como el PRD tuvieron la oportunidad de llevar a cabo una reforma del Estado, donde se buscaría eliminar la maquinaria formada por el PRI y se le daría importancia a la consolidación de instituciones democráticas. Francisco Reveles hace referencia al pragmatismo adoptado por los partidos, utilizando los viejos mecanismos del sistema para negociar con los diferentes actores (Estatales y privados). De esta manera, los servidores se desempeñan como representantes de gobierno y no de la sociedad.

Dentro de los factores más importantes que se le atribuyen a la cartelización de los partidos se encuentra el financiamiento público, el acceso a medios de comunicación y el registro de partidos políticos. A partir de 1997, se incrementó el financiamiento público hacia los partidos, bajo el argumento de que se debía prevenir la participación de capital privado, el cual proporcionaría dinero a cambio de posicionar sus intereses en la agenda de gobierno. En relación a los medios de comunicación, los partidos tienen acceso gratuito a medios por ley (posterior a la Reforma Electoral de 2007). Durante el período electoral, los partidos tienen derecho a 48 minutos diarios en radio y televisión. Por último, y  siendo uno de los temas más importantes debido a la reciente creación de nuevas fuerzas políticas, el registro de partidos políticos. La Ley General de Partidos Políticos indica que el registro se abre cada 6 años (luego a la elección presidencial), por lo que la primera oportunidad de los partidos nuevos se da durante las elecciones intermedias, donde históricamente se da la participación más baja.

En cuanto a la agenda gubernamental, el Pacto por México es la demostración de que los tres principales partidos políticos en el país han aprendido a mantenerse dentro del gobierno a través de la cooperación y la colusión, como lo indica Jesús Cantú. Lo malo no es que se genere consenso entre las diferentes fuerzas políticas, ese es precisamente uno de los objetivos de la democracia; el problema es que los acuerdos se dan desde las dirigencias de los partidos y en discusiones privadas donde la ciudadanía no puede observar, mucho menos opinar. Los militantes partidistas quedan alienados del debate, y son los líderes de los partidos quienes, en conjunto con el presidente, deciden el rumbo de la política mexicana.

Sin duda, la distribución del poder ha creado actores influyentes, los cuales mueven sus piezas para establecerse en los puestos de gobierno. Bajo esta perspectiva, la presidencia debe de ser visualizada como la principal institución estatal. Desde su posición, las decisiones más importantes son tomadas, siendo estas las políticas que rigen el país. En la actualidad no es posible entender a la presidencia como un actor controlado por un partido. Los partidos políticos han distribuido a sus miembros en diversos niveles de gobierno para formar contrapesos. De la misma manera, se han coludido para ser ellos quienes se pelen el poder, utilizando los mecanismos existentes para sacar del juego a los pequeños actores.

Las elecciones de 2015 demostraron la debilidad de los partidos políticos. Las candidaturas independientes y el posicionamiento de Morena fueron factores que evidenciaron la crisis de los partidos políticos tradicionales. Si el PRI, el PAN y el PRD no tienen una renovación en su militancia y sus practicas, los electores buscarán las opciones que reten a la partidocracia mexicana.

¿Estamos ante una moda? Solo el tiempo lo dirá…

 

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