Se acerca la hora cero del día D
Hugo L. del Río

Monterrey.- El viaje de regreso de Ulises a Itaca es un juego de niños comparado con los problemas que le hereda Humberto Medina Ainslie a Rodríguez Calderón. El todavía gobernador electo tendrá que hacer una lista de prioridades. Supongo que lo más urgente es conseguir dinero porque en la Tesorería no le dejaron ni para pagar la quincena.

Las deudas, carencias y dificultades forman una formidable barrera que el nuevo gobierno quizás trate de resolver o, de plano, optará por soslayar. Si Jaime Heliodoro se anima a tratar de matar a la hidra, creo que deberá empezar por el Metro y todo lo relacionado con vialidad, transporte y movilidad. Las deficiencias en estos rubros le cuestan diariamente millones de pesos a Nuevo León. La transportación no sólo es deficiente sino, además, muy cara.

La gente llega a todas partes tarde, cansada y de mal humor. El Metro y el Heroico Cuerpo de Bomberos eran lo único que funcionaba bien. Pero en mal momento llegó Mario Guerrero y ahora los vulcanos se quedan solos, cada vez con menos recursos. El ausentismo y la impuntualidad, resultados del desastre que comentamos, afectan, necesariamente, la actividad en todos los centros de trabajo.

Medina Ainslie ordenó la construcción de la Línea Tres a sabiendas de que iba a dejarle la migraña al sucesor de su hijo. Rodríguez Calderón tendrá que comerse el sapo, como dicen los italianos. Qué inri. No tiene alternativa más que terminar y poner a trabajar el servicio. Es juego sucio pero, ¿qué se puede esperar de la familia campesina?

En sus buenos tiempos, el Metro era el sistema más seguro, más rápido, más limpio y, para ponerle crema a las enchiladas, el más barato. Como todo lo que tocan, los Medina lo desgraciaron y los trenecitos son hoy tan peligrosos como los camiones dizque de pasajeros y algunos taxistas quienes en sus ratos libres se dedican a asaltar al pasajero.

El Bronco tendrá que probarnos que su capacidad administrativa y de gobierno no se agotó en la Presidencia Municipal de García. El Metro, con todo y el bajísimo rendimiento que tiene ahora, forma parte de la vida de Monterrey y las ciudades vecinas. ¿De dónde obtendrá el broncogobierno los miles de millones de pesos que necesita pagar para concluir la obra? Ni idea.
Pero nadie le dijo al de Galena  que gobernar Nuevo León es dormir la siesta en un lecho de rosas. Llega la hora cero del día D.

Pie de página
Una locutora del Canal Doce preguntó ayer a seis personas si sabían qué se celebra en estos días. Sólo dos contestaron bien. Un joven dijo que se conmemoraba el aniversario de la Revolución. Un adulto mayor respondió que la efemérides recuerda el sacrificio de los Niños Héroes. Los otros dos regiomontanos, riéndose de su ignorancia, confesaron no tener la mínima idea. Me vino a la mente una odiosa posibilidad: ¿sabrán estos cuatro habitantes de la ciudad que son mexicanos? ¿Habrán oído hablar de México? Comienzo a sospechar que Peña Nieto miente cuando habla del impulso que ha dado su gobierno a la educación. ¿Podemos entusiasmar a gente de tan bajo nivel con el ideal de crear una nación democrática? ¿Tendrán una idea de lo que es la democracia? Que nos protejan la Virgen Morena y el Señor del Buen Despacho. 

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