Consulta ficción en Hidalgo
Pablo Vargas González
Pachuca.- Repentinamente, a unos cuantos meses de que terminé el periodo gubernamental en el Estado de Hidalgo, se convoca a una “consulta” para integrar el Plan Estatal de Derechos Humanos.
Proveniente de una disposición externa -de la SEGOB- y como se ha publicado en la prensa solo se espera que los integrantes de las organizaciones civiles convaliden y legitimen una propuesta ya cocinada. Por lo que se augura que este proyecto quede en el limbo sin ningún vínculo real por la causa de los derechos humanos.
Dos elementos que no han sido una práctica real en esta entidad, las consultas implementadas por el gobierno suelen suplantar las voces de la sociedad con mecanismo de control y suplantación ciudadana; y los derechos humanos son un tema ausente en planes y políticas públicas. Pero de la noche a la mañana las oficinas gubernamentales, ni siquiera la Comisión Estatal de Derechos Humanos, convocaron a las organizaciones civiles para “participar” en una mesa de trabajo para integrar el Plan estatal de Derechos Humanos.
Pero las organizaciones civiles vieron que esta no es una iniciativa del gobierno local, que de repente quieren “consultar” a la ciudadanía, sino que la información con la que cuentan muestra que se trata de una disposición de la Subsecretaría de Derechos Humanos, a cargo de Roberto Campa Cifrián, para que los estados elaboren y presenten programas estatales en la materia, y que por el contrario Hidalgo siempre va a la cola de tomar decisiones.
El 30 de abril de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018 (PNDH), instrumento rector de la política pública en la materia. Una de las principales acciones del PNDH es fomentar la elaboración de programas de derechos humanos en estados y municipios. En ese marco ya se han presentado varios programas en Zacatecas, Veracruz, Distrito Federal e inclusive Nuevo León ya está trabajando en ello a pesar de que su gobernador acaba de entrar.
Es de cuestionar ante esos grandes vacíos se quiera de última hora convocar de manera improvisada y con un método que ni siquiera sigue el formato de la misma SEGOB (http://www.gob.mx/segob/articulos/que-es-un-programa-estatal-de-derechos-humanos) en que se debe hacer una consulta con mayor difusión, visibilidad y amplia convocatoria. Por ejemplo la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo ni siquiera aparece; también está ausente el papel de las organizaciones de la sociedad civil.
No se siguieron los pasos imprescindibles que la misma SEGOB propone en la elaboración de programas estatales de derechos humanos: Instalación de una instancia estatal coordinadora entre los tres poderes y órganos autónomos; construcción de una red de Organizaciones de la Sociedad Civil que participen en el proceso; designación de presupuesto para el desarrollo del proceso; apoyo técnico de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH-México); elaboración de un diagnóstico que tome en cuenta la voz de la sociedad civil y las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales.
Es demasiado delicado que se sigan generando procesos poco democráticos. Llama la atención el oficio (5/diciembre) que envío la secretaría de SEDESOL local, en la que trata a los miembros de las organizaciones civiles como si fueran empleados, de un día para otro: “envíe vía electrónica, a más tardar el 7 de noviembre a las 18 horas, los planteamientos que considere deben incluirse en el programa”.
En el marco que vive el país de una situación de derechos humanos en crisis y de una crítica internacional sobre la impunidad y falta de justicia en México, es necesario que este ejercicio de consulta en Hidalgo realmente sea formulado para crear una verdadera política en la materia, y generar una consulta libre, informada y participativa de la sociedad civil; de otra manera seguiremos en la democracia vacía.
