MALDITOS HIPSTERS
Los escritores que los regios quieren
Luis Valdez

Monterrey.- No sorprende que un periódico local [El Norte] haya homenajeado en su selección de “Historias y perfiles” a una escritora como Sofía Segovia (la nueva Isabel Allende, como me tocó escuchar en boca de una sampetrina). Es el tipo de literatura que a Monterrey le gusta.

El argumento de “llevó Linares al mundo” es viable. Sobre todo si Linares, ciudad a un par de horas de Monterrey, siempre ha figurado, hasta el punto de tener su propia gaceta literaria y ser cabecera de otros municipios fuertes como Galeana.

Linares, fuerte por sus naranjas, sus glorias y sus marquetas. Lugar donde escondían a las niñas en maizales para que la bola no se las llevara. Al menos así fueron las anécdotas que me decía mi abuela, a quien mantuvieron escondida casi día y medio en un temporal de Camacho, junto con otras mujeres jóvenes.

No he leído la novela El murmullo de las abejas, de Sofía Segovia. Lo único que sé de ella es que figura en la portada de la página web de Planeta, que trabajó su material en la (cada vez más tristemente célebre) Fábrica Literaria de Felipe Montes, que un reseñador local del nivel de Daniel de la Fuente mencionó su obra en el periódico donde trabaja (pero no creo que se atreva a recomendarla personalmente) y que sus libros se agotaron en las librerías locales.

Sofía Segovia es clara muestra de que el glamour y los best sellers inmediatos existen. Es una autora que ya tenía un libro publicado por Conarte. Por supuesto, un libro que ni ruido hizo. Pero gracias a su proximidad, podemos saber que también es un mito eso de que se juntan una maestra, un psicólogo, un editor y tres redactores egresados de letras y al final buscan una modelo para las fotos. La autora, o la que da la cara para este libro, existe y ha insistido en escribir.

Que si El murmullo de las abejas es un libro comercial… puede que lo sea. Pero también es cierto que es justo el tipo de libros que mejor le caen al Regio way of life. Libros que triunfan. Que se vuelven mediáticos, que venden, que vuelven famosos a sus autores.

Que no le extrañe entonces una exposición donde el retrato de Sofía Segovia esté junto al del grupo Tayer, o al Bronco, o a Liliana Flores Benavides. Algunos son famosos de tanto insistir en su activismo, en su manejo de política o picando piedra en la cultura. O de plano escribiendo un libro que a los lectores regios les gusta.

Lo que piense el gremio de escritores de Conarte, los Premios a las Artes de la UANL o los artistas del Sistema Nacional de Creadores, está de más para un periódico que vende lo que quiere y dicta las reglas de cómo debe ser el regiomontano.