DISPARATES
Peje Reload
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- El próximo sábado 21 de noviembre, López Obrador asumirá la dirigencia nacional de Morena. Mero formalismo, siempre la ha tenido.  

Populista, mesiánico, violento, enfermo de poder, mal perdedor, vengativo, son algunos epítetos que le endilgan sus enemigos, gratuitos o no. Cierto es que no forma nuevos dirigentes, solo discípulos; mas la preocupación real es su capacidad para movilizar electores.

Poco se menciona la trayectoria partidista del Peje. Cuando asumió en 1996 la presidencia  nacional del PRD, éste navegaba entre el 15 y 18% de votos. En la elección intermedia de 1997, obtiene la jefatura del DF y 152 diputaciones federales, quedando como segunda fuerza en el Congreso.  

Desde la jefatura de gobierno del DF en el 2000, AMLO forja su candidatura presidencial. Lo quisieron descabezar con el desafuero en el 2005, falló el tiro y a la inversa, subió como la espuma.

En las elección del 2006, se le reconoció oficialmente el 37% de la votación, el doble de los sufragios del 88, 94 y 2000. Pese al supuesto descrédito por el plantón en la avenida Reforma, en la elección presidencial del 2012 obtiene, oficialmente, una votación de 33%.

Tras su divorcio del PRD, erige el Movimiento de Regeneración Nacional. En la elección intermedia de este año, obtiene la votación más alta de los partidos de nueva creación. El PRD, sin López Obrador, muy apenas alcanza el 10% de los votos federales.

Este perfil de hormiga arriera es lo que preocupa a quien hoy mangonea el Poder, la trilogía PRI-PAN-PRD, hundida en el descrédito y corrupción.

Para remache, la embajadora de Noruega en México previene a sus empresarios petroleros: sean cuidadosos, hay mucha corrupción en todos los niveles.   

Además de la Morena, al Peje le ayuda una rubia.

Hasta bígamo resultó.

a_hugo16@hotmail.com