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1986 7 Diciembre 2015

 

 

La lista de los 100
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Se supone que hoy, hoy, hoy, el gobierno de Nuevo León dará a conocer los nombres de cien personas y/o empresas que aprovecharon el vórtice de la corrupción medinista para robarnos todo lo que pudieron.

Existe, claro, la posibilidad o, mejor dicho probabilidad, de que el gobernador Rodríguez Calderón se desdiga de su promesa, como acostumbra hacerlo.

Pero, si el galeanense cumple su palabra, viviremos jornadas interesantes y divertidas. Gratis, además. ¿Cien, sólo cien o esto es apenas el entremés?

Hasta cierto punto, esto de difundir nombres y/o razones sociales es un ejercicio de futilidad. Todos sabemos quiénes se hicieron millonarios con nuestro dinero. Así las cosas, el ejercicio de divulgación resulta insuficiente. Lo importante es que se castigue a estos doctores en las artes negras de las corruptelas. Quizás es mucho pedir.

No se pierda el primer capítulo de esta nueva serie. Lleve palomitas y forraje para los caballos.

México en la mira islámica
Estamos totalmente desprotegidos ante los terroristas del Estado Islámico, quienes ya tienen a México como uno de sus objetivos militares. Dos mexicanas murieron en los atentados de París y un mexicano estuvo entre las catorce víctimas de la reciente matanza de San Bernardino, California. ¿Nos golpearán? Eso, sólo los dioses lo saben.

Gran Bretaña se unió a la coalición que bombardea lo mismo los reductos del ejército islámico que las posiciones de las fuerzas armadas del dictador sirio Bashir el-Assad. Demencial. Las bombas “inteligentes” matan lo mismo a combatientes que a civiles inocentes. Tarde o temprano, las potencias occidentales y cristianas –je je– enviarán tropas de Tierra a Siria. Hay que imponer la democracia y vender armas.

Las guerras no se ganan desde el aire. Las legiones de yihadistas más o menos militarmente organizadas serán fácilmente destruídas. El verdadero problema lo representan los fanáticos de uno y otro sexo dispuestos a sacrificarse en nombre de Alá. ¿Cómo se combate a un fundamentalista que quiere morir en nombre de su dios y en defensa de esa versión torcida del Corán que él –o ella– interpreta como la única y verdadera religión?

Samuel Huntington redujo la crisis al absurdo. No es, desde luego, un choque de civilizaciones. No se trata de oponer el modelo 2015 de los cruzados contra los sarracenos de los modernos Saladinos. El Islam es tan respetable como cualquier confesión y sólo tontos fanatizados como el cardenal Norberto Rivera confunden a esta minoritaria minoría de kamikazes con la enorme masa de mil 500 millones de musulmanes.

¿Cómo entender la mentalidad de un ser humano quien, al grito de Alá se vuela en pedazos y disemina la muerte a su alrededor? Aquí son inoperantes los elementos de disuasión. Veamos el caso más reciente. El joven matrimonio con raíces en Paquistán deja a su criatura de seis meses en la casa de la abuela y entran al centro social a matar a cuantos puedan. Por si fuera poco, dejaron en el auto bombas que, gracias a su impericia técnica, no estallaron.

Confieso que no entiendo. Y admito que me asusta la probabilidad de que estos mensajeros de la destrucción perpetren ataques contra nosotros. Nadie nos va a proteger. Los fusileros del Ejército y la Armada ni siquiera pueden garantizar la seguridad en una pequeña urbe como Reynosa. Y, a cambio de la mordida de rigor, los aduaneros dejarán que los yihadistas ingresen a México todo el armamento que se les antoje.

Para ponerle la cereza al pastel, habrá que recordar que estos malos mahometanos pueden comprar en las armerías de la frontera texana todo el material de guerra que deseen. Con toda su tecnología, sus montañas de dólares, sus agencias de espionaje y el poder de sus legiones, los gringos no se pueden proteger a sí mismos.

Aparte de rogarle el amparo a la Virgen Morena, ¿qué más podemos hacer?

Pie de página
La Secretaría de Relaciones Exteriores está en camino de convertirse en una agencia de modelaje. Dan cursos al personal sobre maquillaje, peinado y modulación de la voz. La SRE, que hasta hace poco era uno de los pocos espacios presentables del gobierno, también enseña a su personal secretos sobre el buen vestir. ¿Política exterior, diplomacia? Bah, con qué se come eso. En el sexenio de Peña Nieto, lo importante es la presentación. Copete incluido. Mejor una clase sobre perfumes y pestañas artificiales que ocuparse por la expedición de pasaportes. A mí que me esculquen. Yo no voté por el mexiquense.

* La sangre llama a la sangre. Gustavo Díaz Ordaz, nieto del verdugo del 2 de Octubre, ebrio completo, armó un escándalo de aquellos a bordo de un avión en el aeropuerto de Los Ángeles. Gustavín soltó insultos, puñetazos y patadas contra pasajeros, tripulantes y policías. Amenazó con su poder político a los guardias que finalmente lo sometieron. Se van a arrepentir, prometió. Ya verán cuando mi compadre Eruviel (Ávila Villegas, actual gobernador del EdoMex) sea Presidente. El hilarante episodio tuvo lugar el pasado 27 de noviembre. Queda la duda: ¿fue un destape tan involuntario como despistado o será cierto aquello de que los borrachos y los niños dicen la verdad?

hugo1857@outlook.com

 

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