Picardía mexicana
Ismael Vidales Delgado
Monterrey.- En México existe abundancia de picardía y buen humor; prácticamente no hay tema o personaje que haya escapado al chiste pícaro o de doble sentido de autoría anónima, pero divulgado y festejado por el pueblo, o por la raza, como decimos acá en el Norte.
Existen infinidad de publicaciones que intentan recopilar esta abundante producción, pero a mi juicio, el libro que merece el lugar de honor, en este tema, es Picardía Mexicana.
Este libro originalmente fue rechazado por varias editoriales, debido a que les parecía inapropiado y hasta obsceno; sin embargo, hoy es catalogado como una investigación de carácter psicológico, antropológico y sociológico. Su autor es el arquitecto Armando Jiménez, nacido en Piedras Negras, Coahuila, en 1917 y fallecido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 2010.
Sus contenidos están tomados principalmente de conversaciones, cantinas, baños públicos, defensas de los camiones, etcétera. Su primera edición apareció el 15 de septiembre de 1960 y, a la fecha, suma en México más de 143 ediciones, acumula ya cuando menos dos tomos y más de 4.1 millones de ejemplares vendidos.
Armando fue popularmente conocido como El Gallito Inglés, porque utilizó este grafito en la portada de la primera edición de su libro, tomándolo de un sanitario público con la consabida leyenda de fuerte contenido sexual, que usted puede complementar sin mayor dificultad: Yo soy el gallito inglés/ míralo con disimulo, quítale el pico y las patas, y ...
Los temas abordados en Picardía Mexicana son, entre otros:
Letreros en camiones: como el "A que no me pasas” en la defensa trasera; y en la delantera: "A tu hermana"; La lotería de monitos; Desahogos de conciencia; Ademanes; Numerología: como "Hacer del uno", "Dame las tres", "Poner un cuatro", etcétera; Adivinanzas: con cuatro variedades: 1) Los colmos, como "¿Cuál es el colmo de un soldador? Tener un hijo de soldado." 2) Los parecidos, "¿En qué se parecen los dioses al baño? En que sólo ellos saben quién obran bien y quién obra mal." ; 3) Qué le dijo; y 4) Los telones, como: Primer cuadro, aparece un pelón quemando una milpa de maíz, segundo y tercer cuadro, sigue el pelón quemando más maíz. ?¿Cómo se llamó la obra?
No es lo mismo: como "No es lo mismo las calles del general Prim, que las primas del general Calles."; Idiotismos: Palabras y frases propias de una zona o grupo de población, por ejemplo: "cácaro" por ladrón, "leandro" o "puñal" por homosexual; Sólo para hombres: historias diversas de fuerte contenido sexual; Petra: relatos breves sobre las trabajadoras domésticas (popularmente llamadas criada, chacha, sirvienta, etc. ); Tipos de piezas de pan mexicano: ejemplo: chamucos, pedradas, conchas, ojos de pancha, cuernitos, chilindrinas, volcanes, bolillos, pambazos, virotes, bizcochos, corbatas; Grafitos en los baños o sanitarios: letreros y dibujos, de gran variedad; Diccionario de nombres impropios: relación nombres de personas con nombres que mueven a la risa o a la burla; Las ánimas en pena: relatos sobre leyendas y personajes, por ejemplo "El ánima de Sayula" o "El Tigre de Santa Julia".
La obra mereció comentarios escritos que también están incluidos, provenientes de personajes sumamente acreditados como: el sociólogo Francisco López Cámara; el lingüista, de Antonio Alatorre; el psicoanalista, Santiago Ramírez; el escritor Alí Chumacero; el antropólogo Felipe Montemayor, y el filósofo Jorge Portilla.
En fin, que está plenamente comprobado que los chistes, corridos, refranes y endechas populares son la forma espontánea del pueblo para desahogar dolencias sociales, cobrar venganzas personales, o simple y llanamente para dar rienda suelta al buen humor de unos a costa de los otros.
* A propósito, ahí les va el último de la Reforma Educativa: se parece a un grandulón pegándole duro a un indefenso flaquito, mientras los mirones (periodistas y analistas) le piden al flaquito que tenga paciencia al grandulón, cuando debieran pedir piedad al grandulón para que no siga golpeando al pobre flaquito.
