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2023 27 Enero 2016

 

 

Desorden bíblico
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Se nos viene encima un moridero, como decían los sonorenses paisanos de mi abuelo Víctor. Este mundo nació y sigue viviendo en el caos. Pero desde que Jaime Heliodoro fue investido como gobernador, el desorden adquirió proporciones bíblicas.

Veamos, por ejemplo, el triste caso del procurador Roberto Flores. Cuando comenzó la escalada de violencia, el buenazo de Roberto minimizó la carnicería. Bah, dijo: son pleitos entre pandillas. No fue a Roma por la respuesta.

En esta Administración, los funcionarios se dedican, más que a servir a la sociedad, a desmentirse los unos a los otros. Los pleitos entre pandillas obligaron al gobernador a pedir la presencia de la Policía Militar. Y, ahora, el Ejecutivo apremia a la Federación para que apresure el envío de la gendarmería del Ejército.

Eso sólo tiene una lectura: hasta la burocracia política sabe que de un momento a otro estalla la guerra. Unos dicen que es un reacomodo entre cárteles porque algunos de ellos fueron “descabezados”. Je je. Otros alegan que es un macroenfrentamiento por el control de la plaza. Y no falta quien aventure que los emisarios del pasado priísta están azuzando a los sicarios para provocar el fracaso del broncogobierno. Como si hiciera falta.

Por cierto, la Policía Militar no fue creada para sustituir a los azules civiles. Las funciones de la PM están perfectamente delimitadas por las leyes y reglamentos. Esta fuerza de élite tiene, como únicas funciones las de proteger al personal y las instalaciones castrenses. Los ordenamientos legales no autorizan a la Policía Militar a cumplir tareas de seguridad pública.

Pero somos mexicanos y vivimos en México. Desde niños nos enseñaron que ninguna persona en su sano juicio respeta la ley.

Pie de página
Me escribe Ricardo Marcos, titular de Conarte, para explicarme que carece de fundamento la nota en la que apunté que sería clausurada la Biblioteca Al Aire Libre, BAL que funciona desde hace años bajo los auspicios del Consejo para la Cultura y las Artes de NL. Me equivoqué y pido disculpas a mi amigo Ricardo, a don Jorge García Murillo y a mis tres lectores (eran cuatro, pero con la contaminación y el cambio climático, uno de mis leyentes ya se adelantó a tomar su Columna de Oriente). La BAL vive y seguirá viva. Lo celebro. Y le doy las gracias a Ricardo por la forma tan amable que puso en juego para hacerme notar mi error.  

hugo1857@outlook.com

 

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