El Capitán Fantasma
Ismael Vidales Delgado
Monterrey.- Ríos de tinta han corrido en la prensa nacional e internacional por la polémica segunda fuga y recaptura del Chapo Guzmán, la verdad -en cuanto a fugas- el Chapo se ve chiquito frente a las doce fugas de Santiago Reyes Quezada, mejor conocido en el bajo mundo como "El Capitán Fantasma", quien más que delincuente era casi una leyenda viva.
Reyes Quezada documenta sus doce fugas entre los años de 1938 a 1984 es decir 46 años. Este ladrón y asesino era un sujeto delgado, güero y de ojos azules, algunos dicen que era de San Diego, otros que era de Texas, pero casi todos coinciden en que era originario de Los Ángeles, California, de padre carpintero y madre ama de casa. |
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Reyes Quezada se inició en la delincuencia desde jovencito, en 1938 en Tampico, cuando apenas tenía 15 años y lo apodaban "El Jimmy" se dedicaba a desvalijar automóviles, por lo que tuvo su primer ingreso a una cárcel correccional del puerto, de la que sin dificultad se fugó en octubre de ese año.
Santiago se trasladó al Distrito Federal y durante un tiempo ganó dinero honradamente trabajando como mozo de un mercado en la Colonia Morelos se inscribió en una escuela primaria, cursó hasta el sexto año.
Sin embargo, pronto estuvo de nuevo en la calle, en los billares, las cantinas, los prostíbulos, la delincuencia y en 1939 en la cárcel de la que también se fugó sin mayor dificultad.
El mismo año -1939- lo recluyeron en el penal de Lecumberri pero Como era güero ojo azul esta vez, "enamoró" a un celador homosexual y una tranquila mañana de mayo salió del penal escondido entre la basura.
Adquirió el mote de "Capitán Fantasma" porque se vestía como capitán del Ejército y utilizaba vehículos camuflados con placas oficiales, uno de sus coches ostentaba las placas P. 32 07 de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En 1945 fue encarcelado en Tamaulipas, pero sobornó a los custodios y en la Navidad de ese año, simplemente se fugó.
Ese mismo se refugió en Morelia, donde robó un pequeño comercio y acribilló a tiros a la propietaria. Huyó hacia Jalisco, donde fue encarcelado pero sobornó a tres custodios y no sólo lo dejaron libre, sino que se fueron con él.
En 1948 reapareció en el Distrito Federal, donde robó la joyería Marilux, fue atrapado, remitido nuevamente a la cárcel, donde permaneció por tres |
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meses en la cárcel, pero sobornó a dos custodios, quienes le prestaron un overol y se hizo pasar como “comisionado en la Dirección” se metió en un camión de mudanzas y abandonó la cárcel.
En 1950 fue reaprendido y simuló un intento de suicidio cortándose las venas, por lo que fue remitido al Hospital Juárez en el D. F. de donde se fugó en un "descuido" de sus vigilantes.
Vuelve a ser aprehendido y encarcelado, pero esta vez lima los barrotes del juzgado donde los procesaban y se fuga nuevamente.
En 1954 es encarcelado en Ciudad Victoria, Tamps pero el “Capitán Fantasma” se fugó en las narices de los vigilantes escondido en un carretoncito de madera de doble fondo que dos niños introdujeron para sacar desperdicios.
En septiembre de 1956 “El Capitán” estaba encerrado en el penal de Tampico pero se fugó escondido una cantinita de caoba encomendada por propio gobernador.
El martes 27 de agosto de 1957 lo capturaron y encarcelan en Guanajuato mientras paseaba acompañado de dos hermosas mujeres en un automóvil de lujo. Escapó, cortando con segueta unos barrotes. A los 15 días, asaltó un camión de pasajeros en Aguascalientes, de la famosa Casa de Vidrio, robó la fabulosa suma de 60,000 pesos.
Reapareció en Torreón robando la farmacia “Luisiana”. Pero el sábado 18 de julio de 1959, fue herido en las piernas durante un tiroteo y encarcelado. Fue enviado al Hospital de donde se fugó.
El 4 de noviembre de 1959, “El Capitán Fantasma” llegó al penal de Nuevo León, que contaba con moderno sistema de alarma y mortíferos cables de alta tensión. En la torre principal y los garitones los guardias tenían ametralladoras y binoculares.
Se apostó que esa vez Santiago no se fugaría de aquella prisión “de verdad”. Casi tres años de encierro hicieron suponer que así sería. Pero el 28 de agosto de 1962 volvió a escapar oculto en un mueble fabricado por él que había mandado hacer una rica señora de las familias más pudientes del Estado.
En 1964 reapareció en Orizaba, y luego en Puebla donde desvalijó la residencia del gobernador Aarón Merino Fernández, llevándose dos y medio millones de pesos en 1964.
En mayo de 1965 el FBI solicitando la detención de Santiago Reyes Quezada acusado de hurto de vehículos y de homicidio. Ese año fue aprehendido y en 1968 mató a un interno a puñaladas y trató de fugarse mediante una escalera, pero esa vez no pudo.
En 1971 estaba en la Penitenciaría de Puebla. Ahí es donde más tiempo pasó preso “El Capitán Fantasma”: 11 años.
Muy enfermo, casi ciego, con tuberculosis, úlcera, diabetes, problemas de la próstata, de los pulmones y más fue llevado al Hospital el 4 de noviembre de 1981 y el 2 de enero de 1982, se descolgó por un muro, usando una cuerda de 10 metros de longitud, pero no alcanzó para llegar al suelo, se rompió las piernas y se arrastró hasta un basurero; se ocultó entre la inmundicia y perdió el conocimiento.
Unos dicen que unos estudiantes lo encontraron tres días después y avisaron a la policía y “El Capitán” regresó al hospital 80 horas después del escape. Otros dicen que se escapó hacia Estados Unidos. La verdad no se sabe.
Del Capitán Fantasma quedaron varios corridos, que cantaron Luis y Julián, Carlos y José y una película titulada Las siete fugas del Capitán Fantasma protagonizada por Sergio Goyri en 1989.