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2028 3 Febrero 2016

 

 

Desde la tercera cuerda
Eligio Coronado

 

Monterrey.- En la lucha libre, como en la vida, la máscara es importante por las expectativas que provoca: miedo, desconfianza, sorpresa, misterio, poder sobrenatural, seducción, envidia, admiración, aventura y odio.

¿Quién es ese enmascarado?, ¿de dónde viene?, ¿por qué se tapa la cara?, ¿cómo será sin tapa?, ¿cuántas luchas habrá ganado?, ¿y cuántos campeonatos?, ¿será extranjero?

La veneración popular pronto vuelve ídolos a los encapuchados, a veces sin haberlos visto luchar, como sucede con los enmascarados del celuloide. La máscara garantiza la aceptación casi inmediata, debido al camino que otros han abierto: El Santo, Blue Demon, El Médico Asesino y el Rayo de Jalisco, por citar.

En cambio, los destapados, los que luchan a cara abierta, los que no se ocultan en la magia instantánea de una máscara vistosa con nombre rimbombante y botarga circense (capa incluida), ésos batallan más porque dependen sólo de su fuerza, habilidad y técnica.

Pero todos son necesarios para armar una función: los limpios, los rudos, los exóticos, los payasos, los enanos, las féminas, los enmascarados y hasta los réferis. Y en Desde la tercera cuerda* hallamos a muchos de ellos.

Este volumen, compilado por Guillermo Gómez de la Rosa (Guadalupe, N.L., 1970) y Arnulfo Vigil (Montemorelos, N.L., 1956) reúne a escritores, periodistas, locutores, cronistas, promotores, actores, directores de teatro, coleccionistas de lucha libre, fotógrafos y moneros, todos ellos apasionados por el arte del pancracio.

El desfile luchístico incluye a los ídolos de Monterrey (Bobby Arreola, Rolando Vera, Blue Demon, René Guajardo, etc.), las féminas (Diabólica, Shira, Sugehit, Polly Star, Martha La Sarapera, etc.), los rudos (Cavernario Galindo, Bulldog Villegas, Mongol Chino, Carlos Moreno “El Náufrago”, Malena Hernández “La Bruja”, etc.), los réferis (Jesse Rojas, Cuate Guerrero, Kino, Lolín, Apolo, El Mexicano, etc.), los inventores de la “huracarrana” (¿Huracán Ramírez, Bello Kalifa o El Solitario?), los guerreros caídos (por enfermedad, lesiones, accidentes o la inseguridad: Ray Mendoza, Apolo Curiel, Ángel Blanco, Carlos “Tarzán” López, Gori Guerrero, etc.), los exóticos (Gardenia Davis, Bello Greco, Rudy Reyna, Pimpinela Escarlata, etc.), el cine de luchadores (con exponentes reales o inventados como Neutrón, Caronte, El Señor Tormenta, Ángel y Satán, estos últimos protagonizados por René Guajardo y Karloff Lagarde, etc.), los promotores (Jesús Garza Hernández “Don Chucho”, René Guajardo, Álvaro Suárez, creador de la Fundación 5X que organiza luchas para ayudar a los niños pobres o enfermos, etc.) y, por supuesto, los enmascarados (Blue Fish, Centurión Negro, El Zorro Plateado, Green Demon I, etc.).

Sí, la máscara atrapa la imaginación y el interés de las masas, pero para ganarse un lugar en la historia hay que hacer mucho más que eso: hay que ganar siempre, lograr varios campeonatos y rapar y desenmascarar a cuanto rival se pare enfrente, como lo han hecho aquellos que ahora son leyendas: Rubén Juárez, Humberto Garza, César Silva y Dick Medrano, entre otros muchos.

 

* Guillermo Gómez de la Rosa y Arnulfo Vigil, comp. Desde la tercera cuerda. Monterrey, N.L.: Oficio Ediciones, 2015. 132 pp., Ilus. y Fot.

 

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