MALDITOS HÍPSTERS
¿Hay cómic de calidad en el mercado mexicano?
Luis Valdez
Monterrey.- Operación Bolívar es una muestra de lo comprometido que puede estar un cómic y novela gráfica mexicana con la calidad. Edgar Clément es un artista con lecturas históricas, sociales y literarias. ¿Hay otros en la actualidad?
En estos tiempos no puedo dejar de lado Nómadas del yermo y Turbo desafiante. El primero nos demuestra que Raúl Treviño, consagrado artista del noveno arte, además de darnos una historia interesante también nos puede dar acción, mucha acción. La historia lleva actualmente dos tomos y es hipnotizante la manera en que nos agarra la lectura. Pudiera ser el efecto de la técnica manga, con cuadros de continuidad inmediata y mucha onomatopeya y frases expresivas. Sus personajes son humanos y por lo tanto se equivocan, se confunden, se caen, brincan y se prenden. Es decir, tienen emociones. Y a los lectores las emociones nos humanizan.
Dono Sánchez es el creador de Turbo desafiante. Un par de libros en los que cada ilustración bien podría ser un detalle de serie animada. Digo esto porque el esmero con que le ha dado a cada cuadro es impresionante. Tan profesional que hasta uno se podría confundir con un álbum europeo.
Rojo Caballeromenti ha trabajado como editor en Fixxión, codo a codo con Dono Sánchez y Raúl Treviño. Además imparte talleres de guión de cómic y tiene en proyecto un par de historias bajo la manga. Lector con un gusto especial por el título Sandman del inglés Neil Gaiman, Rojo es una promesa para la aparición de trabajos serios en el género de novela gráfica en México.
Termidor y El último misterio del Lobo Blanco son dos historias de Baltazar Cárdenas, que desde su editorial Lamigala Cómics, podrían reeditarse como un recopilatorio (en el mercado gringo les llaman TPB tradepaperback) de muy buena calidad en historia e ilustración. El caso es que el mercado mexicano todavía no da para arriesgarse de buenas a primeras por editar novelas gráficas sin correr riesgos comerciales, pero ya hay un público consumidor que sin tapujos llega a la edad de cuarentaytantos. Eso se traduce en mayor solvencia de gastos. Antes muy apenas teníamos dinero de nuestros domingos para sostener dos títulos de MARVEL en Novedades Editores y dos de DC en Vid. Ahora hay cuatro editoriales de licencias (aunque Televisa abarca MARVEL y DC) que “abusando de de”, o “a pesar de” las compañías distribuidoras, acosan nuestros gastos adolescentes o nuestro salario de hombres casados y con hijos.
Mientras Televisa nos apremia con la línea Vértigo de DC, y los tomos de Sandman, Preacher, Swampthing, 100 bullets, Fables y Hellblazer, hay editoriales con menos títulos como Bruguera, Kamité y Panini nos traen buenos cómics de tramas alternativas como CHEW, Sex Criminal, esa joya que es Strangers in Paradise, y mangas de trama novelesca como 20th Century Boys. Es un buen panorama que espero no llegue a opacar a los creadores mexicanos.
Sobre todo a los que le apuestan por hacer algo aquí, en su propio país. Espero que la industria y los consumidores les correspondan.
