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2047 1 Marzo 2016

 



La mejor actuación
Adriana Garza

 

Monterrey.- El Óscar a la mejor actuación de la noche va para... para los miles de mexicanos que salieron el domingo por la noche a festejar el galardón de Leonardo.

Lo tienen bien merecido los mexicanos, por su tremenda actuación en la Macroplaza de Monterrey, en El Ángel en la Ciudad de México, por los revueltos en los restaurantes  y bares, por la creatividad de sus memes y los mensajes posteados en Facebook en honor a Leo, por las campañas publicitarias que surgieron ese día por la noche y las veladoras que se prendieron para hacer posible el “sueño” del actor.

Sé cómo te sientes cuando dices: ya no quiero vivir.
Cala la indiferencia de los mexicanos, que nada dicen sobre los crímenes en México, que se horrorizan al hablar de las torturas, pero que las niegan.

Cala saber que la consulta ciudadana, no será respondida por los regiomontanos, porque están más interesados en conocer a los ganadores de los Óscares.

La verdad es que estos jóvenes no se van a unir a un movimiento, son parte de la masa que corre únicamente tras los “triunfos ajenos”, que no valen nada en realidad.

La culpa no es de Leo, es de todos los mexicanos, que solamente por este tipo de  sucesos salen a gritar a las calles, que se escondieron en sus casas cuando escucharon la palabra Ayotzinapa, porque de los desaparecidos no han llenado su “muro” de fotografías. Porque de eso no hay postura política e ideológica.

No chinguen
Porque los mexicanos le tomaron tanta importancia a festejar este triunfo, porque los mexicanos estamos tan “agringados”. Ante estas situaciones el futuro parece aún mas incierto, a los mexicanos no les interesa hablar de la política, ni de la economía del país, lo que mueve son los Óscares.

Los mexicanos pasaron el último domingo del mes, sentados frente a la televisión, viendo los Óscares.

No chinguen, ¿para qué imprimen  miles de fotografías con la cara de Leonardo?, ¿qué significa todo esto?, ¿a qué estamos jugando? Qué alguien me explique, porque estoy confundida. Porque se pusieron a festejar el festejo de lo ajeno, de algo que irrumpe nuestra  propia realidad, que no nos pertenece y que nunca nos pertenecerá.

Donde se ubican las causas con fin, a los mexicanos no nos interesa la pobreza, al menos que la estén viviendo ellos. Pero no se mueven por causas, solo por cosas.

Lo único que hacen es la crítica, a veces sin fundamentos, pura repetición de ideas, los mismos tan influencias por los terribles medios de comunicación, que nos satura de información todos los días.

Son los mismos jóvenes que compartieron un millón de veces las fotos de Leonardo en las redes sociales, los mismos que se quejan vía Facebook.

Los mismos que no dicen nada, los que siguen de indiferentes y se niegan a abrir los ojos, aquellos que buscan consuelo en las nominaciones del Óscar cada año y en un montón más de espectáculos y películas.

Sintiéndose parte de algo que no es más que una mera atracción holywoodesca.

¿Cuántos hablaron sobre la matanza de Ayotiznapa?; la mayoría casi indiferentes ante la masacre de la penitenciaría Topo Chico, perpetuada hace algunas semanas.

Son los mismos que no quieren hablar, que se rehúsan, que sufren al enterarse que veinte pesos mexicanos, equivalen a un dólar, eso si  cala.

No chinguen, hay un mundo desmoronándose y ustedes celebrando el triunfo de Leonardo di Caprio en la Macroplaza, en el centro de la ciudad. Los mismos que llenan su Facebook con las fotografías en honor a la masacre perpetuada en París, pero que no hablan de lo que pasa en Sudán, en Siria, o en Egipto, que se niegan a hablar de lo que pasa en México y los mismos a quienes les preguntan: ¿cómo va todo en México? Y responden que bien, olvidándose de los migrantes, de los pobres y los indígenas.

Dolor siempre visto como algo ajeno. Aquí todo es goce, todo es placer y satisfacción siempre, como mera felicidad, todo es placer.

Qué bajas aspiraciones buscando cualquier excusa para sentirse “más gringos”, los medios están jugando con nosotros, los medios se burlan de este tipo de reacciones en el público, de su poder sobre nosotros, para direccionar nuestras vidas, cuántas reacciones no se habrán producido el domingo.

Aquí no se venden los temas de pobreza, ni violencia.

No hay espacios para hablar sobre trata de mujeres, ni de guerras, de lo que pasa afuera sí, de lo que pasa adentro no.

El Óscar es la mejor actuación para los mexicanos. Que niegan, que se callan,  que no hablan, que se vuelven cada día más  indiferentes. Que nos tortura a todos, creyendo que no hay nada por cambiar. Creyendo que con el premio de Leonardo ya todo esta resuelto. Hay mucho por hacer, lo que uno se rehúsa diariamente es a abrir los ojos.

Si de dar Óscares y premios se trata, entonces vamos a repartirlos aquí; en efecto, un Óscar para aquellos que se interesan en cambiar el mundo y que quieren cambiar la realidad, un Óscar para las personas comprometidas con los movimientos.

Un Óscar para aquellos conocidos y que se toman el tiempo, que se comprometen de verdad, para aquellos que deciden mudarse a la colonia Topo Chico, para mejorar la situación. Agradezco a esas personas que no son parte de esa marea que se deja arrastrar.

No duermo pensando en esto.
Me despierto pensando en esto.
Sé cómo te sientes cuando dices: ya no quiero vivir.

 

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