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2054 10 Marzo 2016

 

 

Kurt en el Colegio Civil
Joaquín Hurtado

 

Monterrey.- ¿No tienes nada más que hacer el jueves 10 de marzo del presente al filo de las 17 horas de este invierno remiso? Ven y acompaña a este ayuntador de erratas (y también reatas) mientras presenta un libro de Kurt Hollander, un perfecto desconocido que es mi amigo desde toda la eternidad.

Kurt  es un gringo loco que para asegurarse de que no le queda tornillo bueno abandonó el glamur del Nueva York gótico para venir a radicarse en la ciudad Espanto, en la ciudad Godzila, en la urbe más horrorosa desde que nos quedamos sin adjetivos para pintar el apocalipsis: Mexcity.

No te quedes con las ganas. No te vaya a brotar un grano en la lengua por el antojo cobarde de querer pero no asumir las consecuencias de lo que este newyorker nos va a decir. Yo me encargaré de cocorearlo para que desembuche.

El multifacético personaje trae el pecho muy cargado, un fardo rebozado de información valiosa y fresquita, un acto literario muy placentero en sus manos de güero requemado: “Formas de morir en México, una autobiografía”. 

El volumen es producto de sus achaques físicos, neurosis, amores, adicciones, querellas y claudicaciones en este país bizarro, vital, asesino. Acude en compañía de tu apreciable soledad o familia o amistad o amante o pilmama si eres de los que como yo no sabe salir a la calle sin nana.

Ven y escucha un testimonio elevado a la quinta potencia de la crónica maciza. Conoce a quien ha luchado cuerpo a cuerpo con las dos más estridentes, descabelladas y bulliciosas supermetrópolis que ha procreado la estúpida humanidad. Sabemos que a Mr. Kurt  todavía le queda un hilo de aliento para contar semejante temeridad.

Ven y descubre una escritura bastarda, ornitorrinca, mestiza, brutal e inteligente, una literatura radiológica que nos abre las entrañas para leernos los pretéritos empalmados en los sedimentos del futuro que hoy nos habita desde que Adán morboseó a Eva en un paraíso artificial. Porque eso es lo que somos nomás: eras ya desvanecidas en el alud del tiempo que pervive en nuestras células, nuestras hablas, nuestras manías, nuestras miradas.

Kurt cuestiona y persigue quimeras que quizás para nosotros ya no signifiquen maldita cosa. ¿Qué significa el culto insensato a la Santa Muerte entre las tribus posapocalípticas de la narcopatria desangrada? ¿A qué sabe el pulque curado con bacterias y libado hasta las heces bajo un ruinoso puente chilango? ¿Por qué vivimos en estas concentraciones demográficas despanzurradas que nos matan lenta pero inexcusablemente? ¿De qué nos enfermamos los mexicas contemporáneos cuando comemos, bebemos, respiramos, cogemos?¿Cómo nos curamos, qué milagro encierra sobrevivir a tanta toxina disuelta en aire, agua y comida bajo un país neocolonial? ¿Qué gato se encierra en el consultorio del hierbero, huesero, santero? ¿Qué diantres estoy haciendo aquí? ¿Hay esperanza acaso, salvación quizás, un poco de agüita para el peregrino extraviado en el desierto de asfalto? 

¿Cómo es la experiencia extrema de llegar a este país caníbal casi en cueros, empezar desde nada, terquearle a la vida, encontrarle el modo al legendario imperio de corrupción piramidal, para que todo acabe más desquiciado que en el inicio y al fin estallar tripas afuera, vomitar y cagar sangre pus y poesía?

Entrada libre. Habrá hartas chicas del clima y estriper mamalones. Feria Uanleer, no se lo pierdan.


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