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2108 25 Mayo 2016

 

 

El espectro de la antena
Joaquín Hurtado

 

Monterrey.- Una nueva amenaza ronda en el barrio, es un ogro que ambiciona las azoteas, nos pone los pelos de punta, es el chamuco de la antena telefónica. ¿Cómo es? Catita dice que es un hombre con aspecto de catrín, trajeado con corbata Hermes, zapatos finos, modo de hablar enredoso, aliento mentolado, la imagen viva del abogado del diablo.

-¿Para qué le abrió la puerta doña Catita?

-El tipo llegó a las doce de la noche y la despertó con ruidos horribles.

-¿Qué le dijo el viejo?

-La empresa de telefonía va a instalar una red en la azotea de la casa. “Por las buenas o por las malas, nos urge instalar la antena”. Sacó un papel y dijo firme aquí o traemos a la fuerza pública. Si se niega va a la cárcel por oponerse al desarrollo de las telecomunicaciones y del progreso del país. Órdenes presidenciales.

-¿Y Catita le creyó, qué hizo, acaso firmó?

-Pues claro que firmó. Ella asegura que la pescó por sorpresa, el maldito la hizo temblar, la paralizó, se quedó muda. Firmó porque además le ofrecieron una gratificación en efectivo.

-La envenenó la avaricia, a mí no me engaña con cuentos de satanes.

-¿Y cuánto le va a pagar la telefónica por colocar el dispositivo?

-No se sabe, pero hay rumores.

-¿Qué dicen esos rumores?

-Que le dieron un anticipo de 10 mil dólares, y luego una mensualidad de 2, 3, 5 mil dólares…

-¡Qué brutal!

-El vecino que vive frente a Catita dio la voz de alerta cuando vio las estructuras gigantescas. Argumenta que vamos a sufrir los efectos adversos en la salud, contaminación visual y radioeléctrica. Nuestras propiedades se van a depreciar.

-¿Y el Ayuntamiento?

- Vinieron unos inspectores y suspendieron la obra temporalmente.

-Por mientras nomás, ¿y luego?

-Luego la empresa continuará con la instalación por vía del amparo. Ahora su abogado la emprendió contra el vecino quejoso, lo contrademandó. Soltó a varios porros para amedrentarnos, nos amenaza con traer matones, secuestrar a nuestros hijos. Nos espían, nos siguen, nos difaman. El licenciado de la telefónica se burla, asegura que es compadre del Procurador de Justicia.

-La paz vecinal ya se acabó.

-Cuánta ambición.

-Así es. Puros abusos de los poderosos. 

-¿Y qué fue de Catita?

-No sabemos. Abandonó la casa. La dejó a merced del monstruo de la antena. Sin embargo ella ya no va a sufrir los estragos ni las necesidades económicas, le van a pagar su renta. Anda feliz.

-Pero nos fregó a los demás. Le entregó nuestras almas al demonio de la telefónica.

-¿Quién nos va a defender, el gobernador?

-El gobernador vive de parranda, se la pasa bailando y haciendo payasadas, ¿usted qué cree?


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