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2177 30 Agosto 2016

 

 

Quirino y las universidades públicas
Ernesto Hernández Norzagaray

 

A Tere Guerra

Mazatlán.- El colectivo estudiantil Cero Rechazados renueva con su reclamo justo, el problema crónico de cupo en las aulas de la universidad pública sinaloense y sacude los márgenes de actuación de sus autoridades y las del Gobierno del Estado.

Desde hace algunos años se ha demostrado que la capacidad de la UAS y la UdeO llegó a su límite y no se puede seguir estirando la cuerda sin tener efectos negativos en la educación media y superior. Que sin duda ya lo tuvo, con la sobrecarga en muchas de sus carreras.

La salida de las autoridades parece situarse en un dilema anual: dejar fuera del sistema educativo superior a decenas de miles de estudiantes o aportarle mayores recursos para salir al paso a la crisis crónica, en lugar de crear nuevas universidades públicas especializadas en profesiones con mayor perspectiva de futuro.

Nuestras universidades ya no dan para más, tanto porque sus espacios físicos y su oferta educativa tiene un alto componente tradicional, pues abundan en ellas las carreras de contabilidad, derecho, trabajo social, etc., sin que se hayan renovado sus planes y programas de estudio, lo que expresa que ha derivado en una conducción política antes que académica.

En efecto, la UAS es “patrimonio” del PAS y la UdeO una cuota del gobernador en turno, lo que significan rectores y funcionarios de primer nivel a personajes ligados al PRI, con escasa o nula carrera  académica, basta ser palomeado por el efectivo y así el seleccionado puede durar en esa posición todo el sexenio (Ernesto Villanueva, dixit).

Esta matriz política es el drama de la educación superior pública en Sinaloa, y con ella no se puede tener un proyecto de formación de recursos estable, sólido, innovador y largo alcance en perspectiva de una economía globalizada y los nuevos problemas sociales y de gobernanza.

Entonces, pensar como lo hizo y dice el gobernador en estos días, con un afán de cierto autoelogio y exculpación, que hay que hacer aportaciones extraordinarias a las instituciones de educación superior, es un salir al paso a la presión de los aspirantes a un espacio, pero sin resolver el problema de fondo, lo que significa que el año entrante se estará en la misma situación de reclamo. Claro, si se hace lo mismo.

Y es que antes que un parche, lo que necesita la educación superior es una reingeniería institucional, que lleve a optimizar los recursos escasos, so riesgo de seguir convirtiendo a abogados en cobradores; a administradores en cajeros de supermercados; trabajadores sociales en vendedores de bienes raíces; ingenieros en maestros de obra o licenciados en turismo en recepcionistas de hoteles.

Y lo peor, que en busca de esos empleos precarios tengan que salir a buscarlos fuera del estado.

Es decir, la formación profesional que han obtenido en su paso por las universidades del estado sirve para poco o nada, lo cual es lamentable para las familias que apostaron a generar a sus hijos mejores caminos laborales.

Ahí está la gran masa de jóvenes desempleados y los huecos de especialización, que no logran ser ocupados simplemente porque no están produciéndose en nuestras universidades.

Es donde está el quid de la cuestión, no cambiar de fondo, o no crear alternativas con personal académico dedicado exclusivamente a innovar la oferta educativa y formación de recursos, significa simple y llanamente reproducir la estructura educativa tradicional, y el poder político en nuestras instituciones académicas, que una siga siendo coto de los pasistas y la otra del gobernador y su partido.

Así, cuando el futuro gobernador habla de llevar la educación a otros niveles, habría que preguntarse qué ofrece para enfrentar estos lastres estructurales y que representa que vaya a cogobernar con el PAS, como lo ha dicho recientemente el Diputado Héctor Melesio Cuén, acaso ¿pondrá en manos de este partido la educación pública?

El problema de la educación superior es mayor, no un asunto de relaciones públicas y conveniencias políticas, de parecer que vencedores y derrotados están en el mismo barco, y que ese barco tiene varios tripulantes, la gente pese a la exigua participación electoral no votó eso, le votó mayoritariamente a la coalición PRI-PVEM-Nueva Alianza y por el diseño institucional a Quirino Ordaz y su programa.

Y el gobierno que viene tiene esa responsabilidad, la experiencia con el reparto de cuotas y cuates al que habría que agregar la novedad del cogobierno, lo que ello signifique, podría provocar es un calentamiento innecesario del poder político y pérdida de iniciativa política del futuro gobernador como también estar permanentemente sujeto al chantaje político.

Quirino Ordaz debe ejercer el poder obtenido, así sea exiguamente y en materia de educación superior nos debe respuestas a los sinaloenses en cuatro cuestiones que parece querer descargarse:

¿Qué hacer con la demanda legítima de los jóvenes sinaloenses de acceder a una educación oportuna, sustentable y de calidad en nuevas áreas de conocimiento?

¿Qué hacer con los cotos de poder político en que se han transformado las instituciones de educación superior?

¿Qué significa el llamado cogobierno que anunció el líder del PAS en términos de educación superior?

Acaso, ¿es la legitimación del monopolio partidista sobre las instituciones de educación superior del estado?

Los resultados en estas instituciones están a la vista por más que el Rector de la UAS afirme falsamente que la institución rosalina es una de las mejores del País y el Rector de la UdeO, simplemente se mantenga en silencio, para no exhibirse y exhibir a una institución que cada día absorbe mayor presupuesto público, sin que ello signifique responder a las necesidades del estado o en ambos casos un mejoramiento sustantivo de nuestra educación superior.

Esa que aun con sus distorsiones políticas, demandan los jóvenes del Colectivo Cero Rechazados.

Por eso esperamos que Quirino haga de las distorsiones políticas, una fortaleza, no un yerro.

Sinaloa se lo agradecería, o tarde o temprano se lo reclamará.

Al tiempo.


 

 

15diario.com