Los socios de Manuel Muñoz, “El Mono”
Eloy Garza González

Monterrey.- Un informe policiaco de España, delata la vinculación europea  entre autoridades públicas de México con Los Zetas. El operador europeo del cartel había actuado hasta ahora en la más flagrante impunidad, pese a que movió allá millones de euros durante varios años. ¿Ningún funcionario del gobierno español está involucrado con este acto criminal? ¿Actuó Manuel Muñoz Luévao, “El Mono”, protegido y solapado por políticos mexicanos pero ninguno español? Imposible.

El actual gobierno español es uno de los más corruptos de Europa, según los propios diarios de ese país. Mariano Rajoy y su partido, el PP, desviaron recursos públicos desde los años 90. Los sucesivos desmentidos de Rajoy no han hecho más que avivar la hoguera de su descrédito popular.

Luis Bárcenas, extesorero del PP y un chivo expiatorio, está en prisión desde el pasado 27 de junio, acusado  por fraude, lavado de dinero y evasión fiscal, delitos que cometió desde 2009 por un monto mayor a 71 millones de dólares, ocultos en bancos suizos. Todo apunta a que su cómplice es Mariano Rajoy.

Sin embargo, Rajoy sigue en el poder y las sucesivas elecciones españoles lo han convertido en el gobernante más mediocre y, al mismo tiempo, en el más invulnerable en la historia moderna ibérica. ¿Pero qué hubiese pasado si esta red bien trenzada de peculado no hubiera sido denuncia por El Mundo, periódico agraviado por Rajoy, su político preferido, hasta que recientemente rompieron relaciones? ¿De no existir agravio de por medio, se hubiera conocido el ilícito?

Lo que hay en España es una sociedad anestesiada e indiferente a su descomposición política, igual que la mexicana. La corrosión de la ética pública amenaza con volverse no una enfermedad sino un estado de naturaleza. Pero sólo se carga las tintas en contra de México. Acaso con suficientes motivos. Pero la corrupción no es solo un mal mexicano. Y sobre ese grave defecto tiene mucho qué contarnos aún el gobierno español.