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2217 25 Octubre 2016

 


La edad decisiva de los 10 años
Lupita Rodríguez Martínez

 

Monterrey.- La infancia vive tiempos turbulentos en el mundo de hoy, especialmente las niñas. Así lo confirma el reporte anual del Fondo de Población de la Organización de las Naciones Unidas (UNFPA), al poner de relieve que entre las niñas predomina la pobreza, la violencia y la injusticia.

Se trata del reporte Estado de la Población Mundial 2016: Nuestro futuro depende de las niñas que cumplen esta edad decisiva (10 años), que se presentó en varias capitales de manera simultánea, para alertar que cada año 17 millones de niñas menores de 18 años se embarazan y que todos los días 47 mil 700 niñas menores de esa edad se casan en el mundo.

A pesar de que también alerta sobre la muerte de un menor de 18 años cada 10 minutos, en promedio, por algún tipo de violencia en el mundo, el reporte enfatiza en la necesidad de erradicar el embarazo en niñas y hacer efectiva la prohibición del matrimonio entre menores de dicha edad, ya que las niñas son las más susceptibles y vulnerables de verse forzadas a contraer matrimonios arreglados, a sufrir violencia sexual o mutilación genital o a ser sometidas a trabajo infantil, así como a tener que abandonar sus estudios, entre otras prácticas que frenan el desarrollo de su potencial.

La pobreza y el hacinamiento es la mayor adversidad que afecta a las niñas, condición vinculante de abusos por parte de familiares, del padrastro o de amigos de la casa. En nuestro país afecta por el bajo nivel de denuncia, ya que en las clínicas no sólo llegan a parir niñas de 15 años, sino de 10 u 11, sin que el personal médico proceda a notificar estos casos al Ministerio Público, pues un embarazo en esa edad revela que fue producto de un delito.

La UNFPA también lanza la alarma sobre la violencia sexual contra niñas de entre 10 y 14 años, para prevenir esta terrible realidad. Pero, además resalta que la mitad de los adolescentes inician relaciones sexuales antes de cumplir los 18 años y un gran porcentaje interrumpe su educación para casarse o para criar al bebé. Tan solo en México una de cada tres adolescentes (15 a 19 años de edad) abandona la escuela.

Para afrenta de nuestros gobiernos, América Latina y el Caribe es la región con la más alta fecundidad adolescente del mundo, sólo después del África Subsahariana, donde las adolescentes tienen hasta cinco veces más posibilidades de contraer el Sida. Igualmente, la violencia incide muy fuerte en la igualdad de género, pues las tasas de homicidios están muy por encima del promedio mundial. En 2015 las cifras de la OMS muestran la prevalencia de una tasa regional de 28.5 homicidios por cada 100 mil habitantes (incluidos dolosos y culposos). México está clasificado con una tasa de 24.

Muy similar a como lo hicimos en el 16° Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar, el llamado de la UNFPA a los gobiernos de mundo es a invertir en educación y garantizar los derechos fundamentales de la niñez de manera integral, atendiendo las causas de la violencia, combatiendo el crimen, armonizando las leyes, previniendo el abuso sexual y fortaleciendo el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Más de la mitad de los 65 millones de niñas de 10 años que hay en el mundo, viven con la más alta desigualdad de género, ya que al llegar a la pubertad una combinación de factores familiares, sociales, culturales y leyes discriminatorias les cierran el camino hacia su desarrollo.

Si las niñas recibieran educación secundaria al igual que los niños, las naciones en desarrollo tendrían un retorno de la inversión por 21 millones de dólares anuales. Por ello, es necesario y urgente invertir en la educación de las niñas e incentivarlas a través de becas de manutención, recompensas a la familia y apoyos en útiles escolares, uniformes, alimentos y transporte.

Bien lo señala el Dr. Babatunde Osotimehin, secretario general adjunto de la ONU y director ejecutivo de la UNFPA: “Cuando una niña cumple 10 años, todo su mundo cambia… Con el apoyo de su familia, de su comunidad, de su nación y con el ejercicio pleno de sus derechos, una niña de 10 años puede prosperar y contribuir a hacer realidad el futuro que todos deseamos”.

El mundo de hoy es una oportunidad para emprender un nuevo camino hacia la construcción de comunidades prósperas, democráticas, con bienestar social, equidad y desarrollo sustentable. En Nuevo León no queda más que trabajar y hacer frente al desafío para reducir las brechas de desigualdad que afecten a las niñas y a los niños por igual.

 

 

15diario.com