DISPARATES
Platillos jarochos
Armando Hugo Ortiz
Monterrey.- Peña Nieto y su comparsa creyeron que la simple orden de arresto contra Javier Duarte bastaba para apaciguar la jicotera veracruzana. Para no variar, fallaron.
Una pandilla de 60 alcaldes, la mayoría del PAN y uno que otro perredista tránsfuga, andan alebrestados por la desaparición de fondos federales, etiquetados para servicios de seguridad, iluminación y limpieza.
No quieren resolver el problema sino agudizarlo. Les urge recibirlos y licitar la obra pública y recoger sus moches.
Para forzar al gobernador suplente que los consiga, de 212 alcaldes de Veracruz, 60 tomaron casetas de pago de autopistas, después el Palacio y la Casa de Gobierno, como si nada. Hubieran sido profesores de la CNTE y ya los hubieran expulsado a porrazos.
No se sabe a qué horas cumplen como servidores públicos. Según dicen, los respaldan dirigentes de partido y simpatizantes, que no llegan ni a 500. Les llegó un huésped de lujo, su líder nacional, Ricardo Anaya, quien pernoctó por un rato, pues el viernes debe visitar a su familia en Atlanta.
En la esquina contraria, el gobernador reunió a 90 alcaldes del PRI, a más de diputados y senadores, quienes le pidieron también interceder.
Para perfeccionar el despelote, se dice que Miguel Angel Osorio abogará por los suplicantes ante el secretario de Hacienda, Antonio Meade. A ver si no terminan como Videgaray y Ruiz Masieu cuando Trump.
No llegan ni a mil changos alborotados. La ciudadanía ni sus luces.
Todo indica que hay otros intereses los que están en juego. Ni ofreciendo a Javier Duarte como lechón al horno con manzana en el hocico, quedan conformes los del PAN.
A lo mejor piden garantía de que a Miguel Ángel Yunes, su gobernador electo bajo investigación, no lo vaya a cocinar la PGR como huachinango en escabeche.
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