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2294 9 Febrero 2017

 

 

INTERÉS PÚBLICO
Métodos originales: insaculación y encuestas
Víctor Reynoso

 

Puebla.- Los Estatutos del más reciente partido político mexicano, Morena, presentan características originales. Algunas pueden ser curiosidades, otras reflejan la mentalidad de sus fundadores. Otras, además de reflejar esa mentalidad, pueden tener consecuencias prácticas. Es el caso de las normas para la selección de candidatos. Tres métodos son señalados en el documento: “elección, insaculación y encuesta”.

El primero, la elección, sea abierta a la ciudadanía, a la militancia o limitada a órganos internos, es común a todos los partidos. La originalidad está en la insaculación y la encuesta como métodos para seleccionar a candidatos. La insaculación es sinónimo de rifa. No se había usado hasta ahora para seleccionar a candidatos de partidos. Morena lo establece para sus candidatos a diputados de representación proporcional, tanto locales como federales. El Estatuto no da las razones para elegir este método. Tenemos pues que interpretar.

Para ello puede ayudar la justificación del examen de admisión a la Universidad de la Ciudad de México, que es por sorteo. Quienes lo decidieron así justificaron el método diciendo que un examen que admitiera a los mejores (como pasa en la UNAM y otras universidades) era discriminatorio: favorecía a aquellos que tenían mejores condiciones económicas, sociales, culturales, condiciones que les permitían estar mejor preparados. Discriminaba a los desfavorecidos socialmente. La rifa, la insaculación, era más justa que un examen de conocimientos y habilidades.

Algo similar puede haber en la justificación de este método para elegir candidatos: el azar es más “justo” que las decisiones de órganos internos que deliberan y deciden qué candidatos proponer. Desde el punto de vista del interés público, sin embargo, no es posible estar de acuerdo. No cualquier ciudadano está capacitado para ser diputado. La rifa no puede ser un buen método de selección (aunque haya una preselección de quienes participarán en ella, como es el caso en Morena). Esperamos que los partidos seleccionen adecuadamente a sus candidatos, que nos presenten buenos prospectos para elegir entre ellos a quienes tendrán el difícil encargo de generar bienes públicos.

En la misma línea va el rechazo de los Estatutos morenistas a distintas formas de reelección, tanto dentro del partido como en cargos públicos. Se entiende que la formación de oligarquías partidarias puede ser muy dañina. Pero en ocasiones se puede conspirar contra la profesionalización de los políticos.

El método de encuestas para medir la popularidad de los precandidatos y decidir así cuál de ellos debe ocupar la candidatura ha sido ya utilizado por otros partidos. De manera tácita, como el PRI para la elección presidencial de 2012, o explícita, como el PRD para esa misma elección. Contrasta un poco con el método anterior, por lo que podríamos llamar el “espíritu de la norma”: la encuesta es un método pragmático en extremo, que se orienta a la mayor probabilidad de alcanzar el poder; la insaculación, la rifa, parece apelar a una curiosa forma de justicia, la justicia del azar.

Hay otras cuestiones originales en el documento, algunas anecdóticas y otras que pueden ser preocupantes. Anecdótica es la descripción detallada del tipo de letra del emblema partidario en el artículo primero (“Se trata de un símbolo en tipografía Surface Bold, versión 1000 disposición Open Type, Post Script contornos en minúsculas. El logotipo está enmarcado en un rectángulo horizontal de proporciones 6:1 - 12:2 - 24:4 y así sucesivamente. El color del emblema es Pantone 1805.). Preocupante es la descripción de los miembros del partido: “Las y los afiliados a Morena se denominarán Protagonistas del cambio verdadero.” En varias ocasiones el Estatuto se refiere a sus miembros de la organización de esa manera: los “Protagonistas del cambio verdadero”. El partido se apropia de la capacidad de discernir qué cambio es verdadero y qué cambio no. Preocupa, porque cuando alguien se considera propietario de la verdad en política (y en otros ámbitos) puede dar lugar a grandes desgracias. Sobran los ejemplos históricos y actuales.
 
* Profesor investigador de la UDLAP.

 

 

 

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