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LOS OTROS VENEROS DEL DIABLO
Alfonso Teja Cunningham
Como muchos saben, los veneros originales eran (porque ya se agotaron) de petróleo, y se escrituraron oficialmente al diablo (López Velarde dixit). Pero ahora se han encontrado otros veneros, y lo que sigue es la sinopsis del guión literario para una película hollywoodense en una gran coproducción méxico-holandesa.
Primera escena
Junto a un cerro de perfil singular rodeado de vegetación natural, vemos a una joven muy hermosa (protagonista de la historia) pastoreando a su rebaño. Al fondo vemos lo que parecen ser dos poblados diferentes, uno más grande que el otro y separados por una distancia no muy grande. En primer plano irrumpe un grupo de jinetes poderosos y arrogantes, luciendo sonrisas amplias, ropas muy limpias y sombreros blancos. Los caballos son pura sangre. El que parece ser su líder le echa miradas de admiración a la muchacha que le responde con desprecio. Los jinetes se dirigen al pueblo mayor, y llegan al hotel, casino y cantina. Entran al lugar y apreciamos gran cantidad de público. El líder de los jinetes saluda al propietario con visible familiaridad. Entre el gentío que aplaude rabiosamente el espectáculo sobresale la figura del alguacil del condado, convertido en un consumidor más.
Segunda escena
El día declina. La pastorcita llega a su jacal y saluda a su cansado padre quien con gesto angustiado le muestra un documento legal de expropiación de su propiedad. Ella abraza con fuerza al viejo, toma su rebozo limpio y sale con rumbo a una casita cercana. Ahí se encuentra con Juan, un joven vaquero con quien evidentemente sostiene una relación romántica. Ella le explica la situación y él muestra su indignación, pero le dice a su prometida que no debe desesperarse porque la ley está de su parte. Ambos se dirigen entonces hacia el segundo poblado que es notablemente más pequeño y pobre que el primero. Llegan con el alcalde que los recibe afectuosamente y les conmina a mantener la calma. Al salir del lugar, el joven le dice a la muchacha que desconfía de lo que les han dicho y promete actuar de inmediato.
Tercera escena
En una elegante sala privada del hotel casino cantina están reunidos el grupo de jinetes con todos los notables de la región: el alcalde de este pueblo, el alguacil, el banquero, los principales propietarios de tierras urbanas y rurales, sin faltar el editor del único periódico de la comarca. Aparece el alcalde del segundo poblado, quien es recibido con agrado por todos los presentes. En la reunión se plantea la cuestión de que el hotel casino cantina ya es muy pequeño para las necesidades del pueblo y su creciente turismo, debido a que todos son muy aficionados al juego. La solución es abrir otro hotel casino cantina en el segundo poblado, lo que además, se comenta, fomentaría la actividad económica, los empleos y el bienestar de todos. Tímidamente, uno de los presentes menciona que para levantar el nuevo hotel casino cantina habría que expropiar algunos terrenos a sus antiguos y legítimos propietarios. La máxima autoridad presente cruza mirada con el líder de los jinetes de sombrero blanco y afirma que eso no representa ningún problema pues hay muchas formas legales para salirse con la suya y que de hecho el proceso de expropiación ya comenzó. El aplauso es general. Sin embargo, en medio de la euforia de los potentados, podemos ver cómo, atrás de una ventana, se dibuja la presencia del valiente prometido de la pastorcita. Un primer plano de su rostro permite confirmar que se ha enterado del plan para consumar el despojo.
Cuarta escena
Entre el polvo y construcciones que han visto pasar sus mejores días, los vecinos del segundo pueblo escuchan atentos las revelaciones del joven vaquero, que denuncia ante la comunidad los planes de los propietarios del otro poblado para adueñarse de éste. La población protesta y todos se comprometen a actuar con unidad frente al problema. Horas más tarde, aparecen en el pueblo unos anuncios invitando a los lugareños a una reunión muy importante. Llegado el momento, durante esta reunión se les informa que, por decisión de la autoridad, todos ellos tendrán que reubicar sus propiedades y viviendas, y desalojar sus terrenos localizados en los linderos del área del cerro que caracteriza al lugar. Comienzan las protestas, pero el tono inflexible de los proponentes se fortalece con la presencia de todos los representantes de las autoridades locales y estatales. “¿Por qué tienen que hacer su proyecto precisa y únicamente aquí?” preguntan los vecinos angustiosa y justificadamente. La respuesta es lacónica y contundente: “Por que nuestros planes indican que aquí es el mejor lugar para todos”. La reunión termina sin alcanzar ningún acuerdo.
Quinta escena
Un grupo de vecinos encabezados por el vaquero y convencidos de que “hay gato encerrado” se deciden a viajar hasta la capital para consultar con un experto. Tras escuchar sus argumentos éste les pregunta: “¿Están seguros que existen otras opciones de lugares más apropiados para construir ese hotel casino cantina?”
- “Claro que sí”, responden a coro.
- ¿Y entonces cuál podría ser la razón del empecinamiento en hacerlo en este lugar?
- Es algo que desconocemos.
- Bueno, denme entonces unos días para investigar. Juan, yo te avisaré en cuanto tenga algo que informarles.
Al paso de los días los vecinos siguen perplejos, sin entender la razón de la obstinación en ese lugar cuando hay otras posibilidades claramente iguales e incluso superiores. Finalmente Juan les hace saber que el experto cree haber encontrado la respuesta.
Sexta escena
El pueblo en pleno escucha atento al experto cuando afirma que el problema no radica en la falta de territorio, pues es evidente que existen opciones muy buenas en ese sentido. La explicación resulta tan sencilla como inesperada y sobre todo, impresionante: en toda esa zona, especialmente en donde la pastorcita y su viejo padre poseen su terreno, existen mantos acuáticos a cierta profundidad, pero enormes, y con agua de gran calidad procedente de la montaña.
- Es muy posible, dice el experto, que la construcción del hotel casino sea sólo una estrategia para hacerse del recurso más valioso en estas tierras tan áridas y evitar así negociaciones que de otra manera podrían ser muy costosas y complicadas.
- ¿Está usted seguro de lo que dice?, preguntan azorados los vecinos.
- Tan seguro como el hecho de que mis contactos internacionales me han hecho saber que el nuevo hotel casino y cantina contará con su propia marca de bebida embotellada. Yo ya cumplí con mi trabajo. Lo que siga ahora es cosa de ustedes.
Escena final
Por el momento, los productores están manejando para el final de la película dos versiones diferentes: una presenta el clásico “final feliz”; todo sale bien, los buenos ganan, el territorio se salva, los afectados recuperan la calma, y la pastora y su vaquero iluminan la escena con un gran beso que llena la pantalla. El final alterno, propuesto por los dueños de la producción, es el contrario: la expropiación se cumple. Se construye el gran hotel casino cantina, y en una escena impactante, la pastorcita sorprende convertida en bailarina de table dance y actúa en la pista principal del hotel casino cantina ante una enloquecida concurrencia, donde aparecen todos los personajes ganadores (menos los despojados, obviamente) para un gran momento culminante en el que la heroína realiza un striptease espectacular y se arrastra hasta el líder de la banda de jinetes, quien con cínica sonrisa coloca en la tanga de la bailarina un billete de cien euros. Los productores están seguros de que este final tendrá mucho mayor éxito en la taquilla, pero todavía no han logrado convencer a la actriz que interpreta al personaje. No obstante, ellos creen que todo está resuelto; es solamente cuestión de llegarle al precio.
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