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30 de agosto de 2010
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APUNTES DE UN HINCHA
La justicia del balón
Gerson Gómez

                                    
Después del Mundial queda el vacío que deja el futbol de calidad.

Regresan las ligas nacionales, competencias regionales y las continentales. Vamos a la Libertadores con mejores deseos que técnica individual.

En mundial de clubs buscamos ser el caballo negro. Nos dicen los ya merito.

Jamás, ni por asombro, colocaremos al futbol mexicano, con sus dos torneos, apertura y clausura, con estadio viejo o nuevo, al nivel de los europeos.

Nuestro futbol se nutre de patadas, jalón de playera, demasiado tiempo muerto en los partidos y horarios infames, sujetos al rating de las televisoras.

Eso, sin contar con el perverso negocio de la trata de jugadores, mejor conocido como draft. Moderno sistema de venta de esclavos, quienes son los encargados de levantar la cosecha de puntos.

Monterrey es el edén para los atletas de alto rendimiento que practican este deporte. Ya sean argentinos, paraguayos, chilenos, brasileños, uruguayos, la inmensa mayoría, sudamericanos.

En esta ciudad se vivía bien, hasta hace poco.

Se podía pasear en las amplias e iluminadas avenidas. Comer de maravilla, vivir en espaciosas residencias. Ser casi dioses, para estos futbolistas, la mayoría de medio pelo.

Contadas son las experiencias de cracks que han decidido, en plenitud de facultades, no cual bultos de cemento, hacer carrera en un futbol, como lo es el mexicano.

Cientos de charlatanes, promotores, jugadores, directivos y comentaristas, siguen haciendo del futbol de Monterrey, una colmena donde el jugador es la abeja reina y no el aficionado.

Se les exige poco, gozan de sueltos altos, inventan lesiones y dolores, para esconder la cruda de burdeles, borracheras y excesos.

En Monterrey se compran nombres y con ello, voluntades. Se vive del prestigio de los tiempos pasados.

Sólo el balón, que sigue rodando, más justo y en pocas veces, hasta caprichoso, nos depara sorpresas.

Mientras tanto, seguiremos contando los meses y días, que faltan para el próximo mundial.

 

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