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926 11 Noviembre 2011

ANÁLISIS A FONDO
Si la abuelita tuviera ruedas
Francisco Gómez Maza

Propaganda electoral, el optimismo del Banxico
Las cifras duras, negativas por donde se vean

C
iudad de México.-
Si los encargados de la política económica, la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Economía hubieran se hubieran dedicado a poner las facilidades para crear un mercado interno fuerte ─incentivos al proceso productivo, a la producción, la distribución, la comercialización y el consumo─, con un equilibrio entre la oferta y la demanda, la crisis global le estaría haciendo los mandados a los mexicanos en estos momentos en que el proceso productivo en Estados Unidos se debilita con rapidez supina.

Es de esperarse que los barones del Banco de México no vuelvan a equivocarse en sus pronósticos. Para ellos, la situación de México no está tan mal como lo está en los países industrializados. Pero se antoja que es sólo un buen deseo de la Cofradía de San Felipe de Jesús del Sagrado Corazón. Los pronósticos son positivos, a pesar de que la economía mundial está entrando en situación de bancarrota. Ahora resulta que, ante la pulmonía de los vecinos del norte, a los mexicanos no les dará ni siquiera el catarrito.

De acuerdo con las apreciaciones de los varones del banco central, el cambio en el entorno mundial significa un choque adverso para la economía mexicana, pero no tanto. Entre las economías emergentes, alegan los empleados del señor Agustín Carstens, gobernador del instituto bancario central, México destaca por la “solidez” de sus fundamentos y políticas macroeconómicas. Bueno, esto hay que enfatizarlo en momentos en que el partido gobernante, el del señor Calderón, está a punto de perder la presidencia de la república… A ver si se inyecta entusiasmo entre los votantes y votan por el señor Ernesto Cordero o quizá por la señora Josefina Vázquez Mota. Pero es de temerse que sea ya demasiado tarde, porque el PRI va que vuela para recuperar lo que fue suyo durante poco más de 70 años.

Para los gurúes del banco central, la desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana, observada en los últimos meses, sólo es reflejo de la desaceleración de los niveles de actividad mundial y, en particular, de Estados Unidos, sobre la demanda externa que enfrenta el país.

Pero los datos de las variables económicas que presenta Banxico son duros, contundentes:

Crecimiento de la economía nacional:

Los banqueros centrales consideran la información más reciente acerca de la economía, así como las menores expectativas de crecimiento de Estados Unidos a finales del año. Por ello, los pronosticadores gubernamentales han revisado a la baja sus predicciones sobre el PIB para 2011. De un intervalo de entre 3.8 a 4.8 por ciento, a uno de entre 3.5 a 4.0 por ciento.

Así mismo, el deterioro de las expectativas sobre el crecimiento económico mundial, en particular de la actividad industrial de Estados Unidos, llevaron a los analistas del Banxico a esperar que el PIB mexicano, en 2012, presente una expansión de entre 3.0 y 4.0 por ciento, cuando en el informe sobre la inflación correspondiente al segundo trimestre el año previeron un crecimiento del producto de entre 3.5 y 4.5 por ciento.

Buenas cifras, pero sólo en los deseos de los señores del Banco de México. Veremos y diremos al cierre de este año y comienzos del año electoral de 2012. Aunque son capaces de forzar y corromper las hojas de cálculo del señor Excell. Lo tienen ya muy aprendido.

Empleo:

De dónde les brota el optimismo a los señores de Carstens. Sus propias cifras los desmienten. Según ellos, considerando el desempeño del empleo formal en lo que va de 2011, así como el crecimiento de la actividad económica que anticipan para el resto del año, estiman una creación de empleos de entre 560 mil y 620 mil nuevos empleos formales. Y para 2012 prevén la creación de entre 500 y 600 mil nuevos empleos formales. Lo que no dicen es que estas cifras de nuevos puestos de trabajo son un rotundo fracaso, porque la demanda de empleos anual es de entre un millón y un millón 200 mil. Dónde están las causas del optimismo.

Cuenta corriente (en balanza de pagos):

Las cifras de las cuentas con el exterior, particularmente los saldos del comercio de México con sus socios comerciales, no es nada boyante. El mismo banco central lo registra, contradiciendo su optimismo: Para 2011, los economistas oficiales proyectan un déficit en balanza comercial de 3.4 mil millones de dólares y un déficit en la cuenta corriente en balanza de pagos de 11.1 mil millones de dólares. Así mismo, para 2012 estiman un déficit de 8 mil millones de dólares para la balanza comercial y de 17 mil millones de dólares para la cuenta corriente. Y califican tales saldos negativos de “moderados”, aunque déficit es déficit. Quiere decir que la economía está en desventaja.

La expectativa de Análisis a Fondo es estar equivocado. Y que los señores del gobierno tengan toda la razón… Pero mejor veremos y diremos.

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