ANÁLISIS A FONDO
Gobierno, principal agresor de periodistas
Francisco Gómez Maza
La preocupación del PEN Club
Versini, Montiel, Peña Nieto
iudad de México.- Por dedicarse exclusivamente a asegurar ingresos por concepto de la publicación de propaganda política en tiempos electorales, los periódicos impresos y los electrónicos han olvidado los graves asuntos que hieren y agravian a la sociedad mexicana, como las sistemáticas agresiones a periodistas, presuntamente perpetradas por el “crimen organizado”, pero que en realidad son practicadas por políticos y funcionarios gubernamentales.
Durante varios diálogo entre organizaciones defensoras de los periodistas con representantes del PEN Club Internacional, que visita México, se puso énfasis en la relación que tienen políticos y funcionarios gubernamentales en alrededor del 70 por ciento de las agresiones a periodistas, así como la opacidad que los propios órganos gubernamentales demuestran en las investigaciones de tales agresiones: amenazas, levantones, secuestros, desapariciones, asesinatos.
Para el gobierno del señor Felipe Calderón, para el Congreso de la Unión y para el poder judicial, la situación de vulnerabilidad que padecen los periodistas pareciera no importar ni siquiera un comino.
Los representantes de organizaciones mexicanas como Artículo 19, Periodistas de a pie, Amarc-México, el Comité de Protección a Periodistas, Brigadas por la Paz y la Fundación para la Libertad de Expresión destacaron los problemas de falta de compromiso de las autoridades federales, estatales y municipales, el Congreso de la Unión y de los Estados, así como el Poder Judicial Federal y los estatales, para resolver y parar la violencia en contra de los representantes de la prensa mexicana.
La representación del PEN Club Internacional, encabezada por su presidente, el escritor canadiense John Ralston Saul, e integrada por Hori Takeaki, secretario Internacional; Eric Lax, tesorero; Russell Banks, Larry Siems y Adan Summer, del PEN de los Estados Unidos; Adrienne Clarkson (ex gobernadora general de Canadá), en representación de PEN Canadá; Emile Martel, en representación del PEN Quebec, y Gillian Slovo, del PEN inglés, se mostraron muy preocupados e interesados en las experiencias planteadas por los activistas mexicanos.
En los diversos encuentros con el PEN Club Internacional, fueron destacados los casos de la prensa en estados del norte del país, pero también se puso énfasis en lo que ocurre en otros del sur y que sólo salen a relucir cuando ocurren asesinatos, como es el caso paradigmático de Veracruz.
Los delegados del PEN Club se enteraron de que las agresiones contra periodistas, medios de comunicación y trabajadores de los medios prevalecieron como un tema irresuelto en la agenda de los derechos humanos, durante el recién concluido 2011. Conocieron también que el deterioro de la situación que guarda la libertad de expresión continuó activando alertas como indicador para evaluar la calidad de la democracia mexicana, con resultados poco alentadores, como lo informaron en su momento organizaciones de activistas como el Centro Nacional de Comunicación Social y la Campaña Permanente de Protección a Periodistas.
Los niveles y rasgos de la violencia e impunidad documentados en años anteriores persistieron en las llamadas “zonas de silencio” ya ubicadas, como Tamaulipas o Coahuila, y se extendieron a estados como Veracruz y Guerrero. También, de acuerdo con el Cencos, fenómenos que ya asomaban en el 2010, como el aumento en número y grado de violencia en las agresiones contra mujeres periodistas, así como la criminalización y violencia contra usuarios de redes sociales.
La información necesaria para confirmar las agresiones continuó censurada en muchos de los casos, por temor a represalias. Según la documentación de ataques a la libertad de expresión, que realizó el Cencos, los casos están cerca de alcanzar la cifra de 2010, de 155. Se mantuvo un promedio de entre 10 y 8 asesinatos desde el año 2009 a la fecha, al menos 10 confirmados en 2011, 4 de ellos fueron de mujeres. El 20 por ciento del total de las agresiones ocurrieron en Veracruz.
En el caso de las radios comunitarias, los delegados del PEN Club conocieron cómo a sus dirigentes se les relaciona con el crimen organizado, para evitar que se difunda información que pudiera afectar intereses de políticos y funcionarios gubernamentales, dentro de las comunidades donde están establecidas.
La información compartida en los encuentros será parte fundamental del mensaje que darán los miembros de la dirección del PEN Club Internacional, en el cierre de su visita, hoy lunes a las 12 horas en una conferencia de prensa en el Club de Periodistas de México.
A desfondo: La revista Proceso publica en su edición de esta semana, puesta en circulación en viernes por la noche, una entrevista con la ex francesa del tío del aspirante presidencial. La entrevista de Anne Marie Mergier, corresponsal en París, es el grito de una madre despojada de sus pequeños hijos. Este asunto puede complicarle la vida al sobrino de Montiel, el candidato del PRI a la presidencia, Enrique Peña Nieto.
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