Tiempo de cuaresma
Eligio Coronado

Monterrey.- Tiempo de cuaresma* recrea un historia de la vida real ocurrida en Monterrey hacia 1986. Se trata del secuestro de un niño (Javi) a las puertas del colegio donde estudiaba y los hechos subsecuentes hasta la resolución del caso.

El autor, Ignacio Mendoza (Monterrey, N.L., 1972), dueño de su espacio narrativo, decide cambiar la fecha al año 2004 (“El secuestro sucedió el miércoles 13 de febrero de 2004. Ese día iniciaba la Cuaresma”, p. 29).

La novela se presenta como el resultado de una investigación que ofrece los testimonios de casi todos los involucrados: los dos secuestradores, el padre de la víctima, el comandante asignado al caso, el psiquiatra que evaluó a los dos delincuentes, el director de un tabloide que cubrió más amplia y sangrientamente la tragedia, el forense que practicó la autopsia a los restos del pequeño Javi, la maestra del niño, la dueña de la finca donde se ocultaron los asesinos y otros inmiscuidos en menor medida.

El autor incluye los antecedentes de los dos criminales (El Ruso y La Hiena) para establecer las motivaciones de su conducta: “El Ruso (…) confesó que todo se le había ocurrido ‘para voltear la ciudad al revés’ y así medir la capacidad de control y respuesta de las autoridades, los medios y la comunidad” (p. 18). Por su parte, La Hiena reveló: “Soy un hombre de acción. Uno se mete en esto por la acción porque no puede vivir como el resto de los giles” (p. 20), además de que El Ruso “aseguraba diversión y la oportunidad de ganarse buen dinero” (p. 19).
 El comentario final del psiquiatra fue: “Suicidas (…); no encuentro otro término mejor para concluir mis observaciones. Van a terminar metiéndose un tiro si antes no se los dan” (p. 127). 

Abordar un hecho verídico podría parecer muy cómodo para los escritores porque ya está resuelto y todos sus elementos son conocidos, con lo cual no hay mucho margen para la creación literaria, pero en este caso el autor realizó un buen trabajo periodístico al localizar y entrevistar a los principales personajes de este drama social.

El resultado es una novela ágil que deja ver el buen oficio narrativo del autor, pues logra conjugar una buena atmósfera envolvente donde hay violencia, incompetencia policial, brutalidad, inseguridad, inadaptabilidad social, resentimiento, impotencia, dolor y voracidad periodística, todo lo cual es resumido por el autor como “un acto de maldad en su expresión más pura. Por ello destacaron del crimen esas oscuridades sostenidas en extremos tan antagónicos como el sensacionalismo y la indiferencia” (p. 136).

Ignacio Mendoza. Tiempo de cuaresma. Monterrey, N.L.: Edit. UANL, 2011. 136 pp. (Colec. Narrativa.)