PUNTOS CARDINALES
Josefina y su lápida
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Finalmente Josefina Vázquez Mota ya es la virtual candidata del PAN a la presidencia de la república. El-del-fin trágico, Cordero, camina solitario por el boulevard de los sueños ─guajiros─ rotos y Creel, el nacido para perder, se consuela con su 6 por ciento, muy superior al 0.56 con que el comandante en jefe se transó la presidencia. Haiga sido como haiga sido, Jose salió fina.

En su primer mensaje como ganadora, definió al enemigo a vencer: Peña Nieto, minimizando de paso el crecimiento, lento pero seguro, de López Obrador. ¿Podrá Josefina con el paquete? Basta su condición de mujer que espera el apoyo de género para superar al televisivo galán del copete aerodinámico. Los pecados comenzarán a salir a la luz pública. En este país no hay político sin embarre.

Otro valor agregado sería el fracaso de la docena trágica del panismo. La lápida que cargará Josefina es más pesada que la del Pípila: cincuenta mil muertos calderonianos en esta guerra antinarco que no le vemos pies ni cabeza. O si se la vemos es la de los decapitados. Historia de violencia de nunca acabar. ¿Habrá manera de que los votantes se vayan por el borrón y cuenta nueva? Lo dudo, con todo y el señor Sola y su gobeliano manejo de la propaganda.

Con eso de que no les hacen exámenes sicológicos a los aspirantes a gobernarnos, no sabemos si Josefina es de hierro ultraneoliberal como la Tatcher, guerrera con la Butto, tibia como Bachelet, indefinible como la Kitchner, o también tiene el complejo de Evita, la de los descamisados, la del gatopardismo de que todo cambie para que todo siga igual. ¿También le llamará equilibrio económico eso de guardar una millonada en las reservas mientras vemos ─es sólo un ejemplo, entre otros─, la hambruna en La Tarahumara?

Lo mejor está por llegar. Se diseña el lodo y el juego de los intereses creados se arman. Cada quien con su cada cual. Los trillados discursos, las descalificaciones. La guerra mediática, pues. Tres perfiles distintos y una sola ambición, la silla del águila. Habrá que actuar en consecuencia y sopesar por quién votar. Ya probamos el pripanismo, sólo nos queda una nueva aventura: el perredismo. No creo que resulte peor que lo vivido: gasolinazos, desempleo, violencia, hambruna y etcétera.

En Chiapas
La tenebra domina el ambiente político chiapaneco. Las izquierdas  están al filo de la navaja. Esa izquierda que se pone revoltosa tratando de esconder su reciente priísmo.

Una izquierda de carcajada. ¿Yassir, doña Chacha, Luis Raquel, Enoc? Idiay pues. Todavía tenemos memoria. Sabemos quién es quién, de dónde vienen, qué han hecho y qué han dejado de hacer.

A la mano que mece la cuna no le agrada la idea de que María Elena Orantes llegue a candidata de las izquierdas a la gubernatura chiapaneca, porque sabe que la senadora tiene presencia real y no inflada, como el joven presidente municipal tuxtleco, que mantiene  el centro de la city llena de obras inconclusas. ¿Cuál será el destino de Yassir? ¿El ostracismo? Existen mayores méritos en el rector de la UNACH , Jaime Valls Esponda para que, por ejemplo, sea el candidato del PAN y POCH.

Ya falta poco y qué tanto es tantito.

Mientras tanto, el senador Velasco Coello, está en la segunda temporada de su obra “sexto informe de actividades”. Hace dos que tres meses se paseó por la entidad con el mismo rollo. Ahora repite. De lo que se trata es de estar en los medios. Y aunque tiene bien agarrada la cuchara verdepriista, él sabe que del plato a la boca se cae la sopa.

ospal2@hotmail.com