CRÓNICAS PERDIDAS
Footloose
Gerson Gómez

Monterrey.- Levante la mano quien no crea en Dios, dijo el maestro de ética profesional en la universidad.

Ah, chingá, y desde cuándo es obligatorio tener fe.

Nada mejor, hacerlo rabiar. Dos de octubre no se olvida, dos de octubre no se olvida.

Sal al balcón, hocicón, da la cara a la nación.

Esta es la clase de ética, con visión cristiana, siguiendo los consejos de San Agustín.

Comunistas bastardos, estalinistas leninistas que quieren llevarse a los niños a Cuba, para que los esterilicen y les laven el cerebro.

Apátridas descerebrados, hijos del sátrapa de la Habana.

No lo lograran. El grupo de los diez de la ciudad, de la que soy consejero vitalicio, limpiará las calles, la universidad autónoma no será más semillero de guerrilleros, secuestradores y asaltabancos.

Den la cara, cabrones, hijos del averno.

Vendrá fuego del cielo y los consumirá. Como lo hizo en Sodoma y Gomorra. En Corea y Vietnam.

Sólo la Virgen, San Judas Tadeo y Jesús podrán salvarlos de la condenación eterna.

Pobre de sus padres, humildes obreros en esta ciudad tan pujante, construida en medio del desierto. Tenaces emprendedores. Contar con hijos desobedientes, ovejas descarriadas.

Los tres que alzaron la mano, hagan favor de dar sus apellidos.
Voy a boletinarlos, la lista negra sí existe.

Estoy seguro que cuando busquen empleo, ninguna empresa, de eso pueden estar convencidos, nadie los va a contratar.

Salgan de esta aula, rápido, manzanas podridas, contaminan, aun con la respiración, a estas almas nobles y puras, que no han dado la espalda a la fe mariana.