ANÁLISIS A FONDO
En casa del jabonero
Francisco Gómez Maza
Wal-Mart, otro caso que quedará en la impunidad
Al fin, ya se va yendo el señor Felipe Calderón
Ciudad de México.- Cuentan que en cierta ocasión un inversionista chino, ante el burocratismo y la engorrosa tramitología en las empresas del gobierno de México, fue a ver al presidente de la república –que podría ser cualquiera─ para agilizar el establecimiento de su empresa en territorio mexicano.
“Señor presidente ─le conminó─, necesito su expedita y rápida autorización para establecerme en México. Le doy 500 mil dólares y no se lo digo a nadie.
El presidente, ni tardo ni perezoso, le respondió: “Que sea un millón y puede decírselo a quien quiera.”
La caricatura del diálogo no está muy lejana de la realidad. Cuando las dictaduras asolaron América del Sur, hace unas tres décadas, era común escuchar que, mientras la hipocresía era la filosofía de vida de los perseguidos y reprimidos pueblos del sur, en México se había instalado, como forma de pensamiento y de vida, la corrupción. Y no se acaba.
En México, los más pingües negocios no se hacen por obra y gracia del dios mercado. Todo está controlado. ¿Quieres abrir tu empresa en México? “Cáete”, expresión muy mexicana que significa “palma”, “coopela”, “con dinero hasta los perros bailan”. Increíble pero cierto. Tenemos los primerísimos lugares en el arte de la transa.
La publicación del diario estadounidense The New York Times, revelando un bochornoso pago de sobornos por lo menos 24 millones de dólares de la cadena minorista, conocida en el medio bursátil como Walmex y Wal-Mart como marca de supermercados, para obtener de autoridades mexicana permisos de construcción de tiendas en México, movió los mercados y las conciencias.
El presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Luis Téllez Kuenzler, no abordó el asunto de la corrupción. De sonso. Consultado por periodistas, sólo dedicó su respuesta a enaltecer a Wal-Mart como la empresa que contribuye de forma importante a la economía mexicana y cumple con todos los requerimientos que exige el mercado. Por supuesto que no dijo que es una de las mayores explotadoras de la mano de obra barata mexicana y que tiene a sus empleados en condiciones de esclavos.
Téllez Kuenzler defendió que la mayor cadena minorista del país “sin lugar a dudas ha generado riqueza en el sentido amplio de la palabra”, en términos de empleo, de ingreso para sus trabajadores y de darle al consumidor mexicano oportunidades de consumo. Sí. Toda una tienda de raya, como las de la dictadura porfirista.
Pero ayer, luego de que los agentes económicos conocieron la nota del New York Times, las acciones de Wal-Mart se desplomaron en el mercado de ciudad de México. La impresionante miscelánea, enorme tendajón, que es la segunda emisora de mayor peso en el Índice de Precios y Cotizaciones, registró una caída de casi 12 por ciento, de 36 a 30 pesos, contribuyendo obviamente al descenso del principal indicador accionario.
The New York Times informó el fin de semana que el minorista más grande del mundo enfrentaba una investigación interna por soborno en su filial mexicana. La revelación se produjo después de que Wal-Mart informó que estaba investigando las acusaciones de soborno. De acuerdo con el artículo del Times, en septiembre de 2005, un alto abogado de Wal-Mart fue alertado por un ex ejecutivo de Wal-Mart de México de la utilización de sobornos para acelerar la apertura de tiendas en México.
Los investigadores enviados a la ciudad de México descubrieron el rastro de cientos de papeles de pagos sospechosos por un total de poco más de 24 millones de dólares, pero los ejecutivos de la compañía cerraron la investigación y no notificaron a nadie ni en Estados Unidos ni en México.
Pero por supuesto que el gobierno mexicano no tiene aún elementos suficientes para proceder en contra de Wal-Mart de México (Walmex). Esta afirmación no es nuestra. Es de José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público. Ah, chingao. Y si no puede proceder contra la miscelanota, imaginen si lo hará contra los “servidores públicos” sobornados.
El señor Felipe Calderón tiene la palabra. Qué funcionarios de su gobierno están involucrados en el soborno. ¿O será otro caso más de la rampante corrupción de su administración?
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