PUNTOS CARDINALES
Abrazo a Regina
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Ahora más que nunca, el título de una de las más recientes obras del paisano, amigo, periodista y escritor Marco Aurelio Carballo, cobra más vigencia: Morir de periodismo. En este país del “hasta las últimas consecuencias”, del “caiga quien caiga”, del “iremos hasta el fondo”, sólo queda una realidad: la impunidad.

El oficio de escribir se torna cada día más peligroso. Este sexenio ha resultado con el más alto índice de asesinatos, desapariciones, de periodistas. Dentro del juego perverso entre gobierno y delincuencia organizada, ya no se sabe de dónde viene el golpe traidor. Las mafias se molestan y en ese inter, los hombres en el poder aprovechan el vacío que deja la inseguridad para deshacerse de los comunicadores incómodos.

Ya es el país de las y los zetas. Los zetas como institución criminal y las zetas que deja el zorro Calderón en la frente de los esos ciudadanos mexicanos de segunda calificados como daños colaterales. Y entre esa maraña, los periodistas, los que se atreven a criticar a ambos bandos. Inermes frente a esa doble fuerza de la oscuridad.

Es  un riesgo constante enfrentarse a uno y otro. Ninguno de los dos permite la libre expresión. Los narcos exigen silencio, los hombres en el poder, simulación. Nada con la objetividad, con la crítica. Aquí no pasa nada o si pasa, es lo que indican las balas con los muertos nuestros de cada día, o lo que dice el boletín oficial. Cada quien en el reino de su ficción y que la sociedad se compre su chaleco antibalas, o su carro blindado si es que tiene dinero.

El más reciente caso, el asesinato de Regina Martínez, periodista veracruzana, hace hervir la sangre. Es un caso que nos llega a la conciencia directamente. No soslayamos las muertes de otros compañeros en otras regiones del cuerpo herido de nuestro México, sino que conocimos a Regina. Al salir de la Universidad Veracruzana llegó a Chiapas junto con una pléyade de jóvenes neoperiodistas ─Cande, Lety, Portela, Delios─ hace como treinta años para dar nuevos bríos a la actividad periodística de la entidad.

Regina ─chiquita pero picosa─ traía toda esa sonrisa franca, abierta, querendona de los jarochos. Inquieta ideológicamente, también sabía ─sobre todo en la juventud─ de vivir con intensidad. Larga temporada entre nosotros, hasta que sintió el llamado de su estado natal y retornó al origen. Escasos contactos pero siempre los afectos. Estuvo un buen rato como corresponsal de La Jornada, para luego asumir la corresponsalía de Proceso y laborar en un periódico local.

Regina apareció muerta en su departamento. Una muerte violenta. Asesinato tortuoso. Ya comenzó la declaracionitis. Ojalá que no quede en palabras que se las lleva el viento. Ojalá que investiguen realmente a fondo y se haga justicia. Que no nos salgan con el lugar común del crimen pasional para ocultar la ineficiencia de los investigadores.

Sólo nos queda esa perversidad que nos dejó la caja de Pandora: la esperanza, pero eso sólo sirve para hacernos la ilusión de que se hará justicia. Y es que, sabemos lo que es la injusticia pero hemos perdido en la nebulosa de la impunidad, el rostro de la justicia.
Un abrazo, Regina, en la dimensión en que te encuentres.

En ráfaga
El candidote Quadri insiste en que “hay un anacronismo y una devoción a fósiles ideológicos de un pasado muerto”. ¿Así se lleva con Elba Esther? Porque supongo que de ella habla.

Y la animalidad sigue en la campaña política: Gil Zuarth es un perro de pelea, dicen los priístas.

No se preocupen, en Chiapas Wal-Mart no sobornó a nadie. Aquí la transparencia es transparente hasta que se documente lo contrario. ¿O ustedes están enterados de algo que yo no sepa?

Chepina y Fox milagrosamente se reunieron. La aportación de Fox es la guerra sucia. Atrás quedaron las víboras y tepocatas ─Fox, Martha y los Bribiesca─ y ahora JVM, diferente, mata carita con spots incumplidores.

El poeta Sicilia da la impresión de estar más con FCH que con su movimiento presuntamente justiciero. Eso de no votar sólo sirve para apuntalar a los depredadores de siempre. Que siga con sus besos, rosarios, frases felices, ya que hacen menos daño al cambio verdadero.

Candidatos: un poco más de respeto a la privacidad. Dejen de estar llamando por teléfono a horas inoportunas. Porque querer hacernos creer que no son las fichas que creemos que sí.

El Panal se separó del PRI a nivel nacional pero se está arrejuntando a nivel estatal.

Queda al descubierto la patraña del presunto divorcio EPN-EEG.  ¿Será?

Carlos Morales va por la alcaldía tuxtleca por el PRD, al igual que César Arellano en San Cristóbal. Ambas son buenas cartas dentro de su partido. Deseamos que lleguen a buen destino. Al menos son congruentes.

Y ya con esto me despido: ya fue ubicado el punto G; y ya podrán ─bueno, los que todavía pueden─ llegar directo al corazón. Que lo disfruten.

ospal2@hotmail.com