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1067 28 Mayo 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
#YoSoy132
Francisco Gómez Maza

Pero no quiero ser perverso distractor
Lo que menos quiero es más injusticia

Ciudad de México.- “#YoSoy132”, el movimiento estudiantil, generado por la presencia no grata del candidato del PRI a la presidencia de la república en el campus de la Universidad Iberoamericana, particularmente por su aceptación de la responsabilidad en la represión brutal al movimiento de San Miguel Atenco, en 2006, ha evolucionado con dos objetivos muy puntuales para los estudiantes.

Rechazo a Enrique Peña Nieto, por sus “torpezas” en la comparecencia ante el auditorio universitario, el no lejano 11 de mayo, y democratización de los grandes medios de “comunicación”, que “informan con parcialidad” a favor del priísta.

Importantes sectores conscientes de la sociedad mexicana han acogido con enorme beneplácito ─y la han hecho suya─ la manifestación de inconformidad y de repudio de los estudiantes de las universidades particulares. También en las universidades públicas hay inconformidad con el PRI y actualmente más con el PAN.

Son un duchazo de agua fresca en la conciencia de los ciudadanos que miran las elecciones del primero de julio como una oportunidad para cambiar el estado de cosas que, desde hace casi 12 años, se vive en México: acarreo, compra de votos, autoritarismo, ineptitud, manipulación de la información, control de los medios de comunicación, injusto reparto de la riqueza, economía creciente para los detentadores de los grandes medios de producción, desempleo enorme disfrazado de informalidad para los trabajadores, corrupción, impunidad, violencia supina, impunidad de las pandillas del narcotráfico (creciente) ─cuántos de los cientos de miles de detenidos están en la cárcel─ y del crimen organizado etcétera.

Sin embargo. Cuidado, mucho cuidado con que estas manifestaciones de los estudiantes sean sólo un distractor, una nublazón para ocultar esas horribles calamidades que sufren los mexicanos en general, propiciadas por un gobierno que quiso ser el régimen de la alternancia, pero que copió al carbón los abusos y costumbres del PRI que fue sacado a patadas de la residencia de Los Pinos por Vicente Fox Quesada, quien inauguró una nueva etapa que, al final de dos sexenios, fracasó, probó ser igual o peor que los gobiernos más corruptos y represivos del viejo priísmo.

Cuidado, que las manifestaciones estudiantiles corren el riesgo de ser utilizadas por los panegiristas de la derecha. Flaquísimo favor le harían a la “democracia” manifestaciones de genuina inconformidad con la injusticia, si fuesen instrumento gatopardiano para lograr cambios sin cambiar.

Los ciudadanos que atienden al proceso electoral (seamos honestos: la mayoría sólo sabe, como lo asentamos en análisis anterior, que habrá elecciones, pero no se interesa por votar ni menos por quién gobernará después de Calderón Hinojosa, porque lo que necesitan es comer hoy) lo que quieren es un cambio radical, sobre todo el fin de la violencia criminal, en gran parte generada por la escalada de las fuerzas militares y policiales, que a cada rato caen en flagrantes violaciones de los derechos humanos. Quieren también que la economía se componga, porque el desempleo desesperante es bárbaro, los salarios son apenas para satisfacer las necesidades más apremiantes.

Y no se ilusionen quienes exigen democratización de los grandes corporativos de la “información”. Estos no cambiarán mientras el estado de cosas, el sistema y, más que nada, el individuo, no cambien hacia una convivencia justa. Son pingües negocios, que abultan sus cuentas bancarias mediante la manipulación de la información. Otra cosa son los medios y los periodistas más o menos independientes.

Estos han sufrido la represión del crimen organizado, del político, del gubernamental. Y muchos la han sufrido hasta la muerte, muerte impune, como lo hemos documentado insistentemente en este espacio. (Ojo: también esta prensa también es “Yo Soy 132”.) Habemos también medios y periodistas que le damos voz a quien no la tiene. Que somos imparciales al momento de reportar las noticias y las opiniones.

Hay indignación por el comportamiento de los dos gobiernos panistas, que no sólo fallaron en la manera de gobernar, sino que reprodujeron, como dijimos, los vicios salvajes del sistema político que gobernó al país por poco más de 70 años, antes del 2000, cuando se dio el cambio. Eso es del dominio púbico.

Hay inconformidad e indignación con el PRI, sobre todo cuando, en los estados y municipios que gobierna, parece que nada se hubiera movido. Hay casos aberrantes de complicidad con el crimen organizado.

Hay también, en muchos, inconformidad con la izquierda que abandera Andrés Manuel López Obrador, porque también ha prohijado vicios como la corrupción en muchas partes y se ha aliado vergonzantemente con personajes del priísmo con tal de lograr el poder. Casos sobran.

Así que es tiempo de reflexión. Quedan 34 días para decidir por quién se inclinará la balanza.

“#YoSoy132”, pero personalmente tengo presente ─no sólo Atenco, no sólo a los medios manipuladores, no sólo Peña Nieto─ a los bebés de la guardería ABC, al michoacanazo, a las mujeres asesinadas en todo el país, a los inocentes ejecutados en cualquier retén de la guerra contra el narco, a mis colegas periodistas ejecutados, crímenes que nadie asume como tales porque ni se investiga ni menos se castiga a los asesinos materiales e intelectuales. Y a las legiones de desheredados, sobre todo a mis congéneres indios. Y a esa legión de mexicanos que ya no la hicieron por la injusticia del sistema.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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