Imaginar que me vomito
Carlos Manuel Sabines
Ciudad de México.- La OCDE informa que México avanza en el Índice de Satisfacción, puesto que los mexicanos gozan la vida pese a rezagos. Son 11 rubros relativos a satisfacción de la vida, el más alto con 6.9 de un total de 10: salud, ambiente, involucramiento cívico, comunidad, empleo (con 4.5), vivienda, balance vida-trabajo (con 1.6), ingreso (0.9), educación (0.9) y seguridad (0.8).
Se ha apuntado el índice de los temas cotidianos que padece el ciudadano común y por lo que se aprecia, después de leer los resultados del estudio de la OCDE, los mexicanos cuando menos somos masoquistas; esto es como el viejo cuento de la hiena (“¿de qué se ríe la tonteja?); nos gusta vivir mal y estamos encantados con niveles inferiores a lo mínimo para vivir con decoro. ¿Alguien puede creer esto? Por lo pronto, el que esto escribe no.
Hace un par de años el Partido del Trabajo en San Lázaro presentó una iniciativa ante el Pleno con la intención de que se legislara sobre el trabajo de las personas que se dedican a labores domésticas ─hombres-mujeres─ y se quedó en el limbo legislativo. Se trataba de regular a un universo calculado en 1 millón 900 mil personas en sus mínimos de salario, prerrogativas, IMSS, aguinaldo, séptimo día, vacaciones, embarazos, acoso sexual, atención (si eran de alguna etnia), etcétera. Hoy no enteramos que el INEGI calculó que en 2010 esas remuneraciones en 2.9 billones de pesos, que equivale a 29.1% del PIB nacional. ¿Algún día alguien considerará esa ponencia?
El tema central en los días que pasan es el relativo a la corrupción imperante en los medios políticos sobre todo. Así, se habla de Hernández, Cavazos y Yarrington, en Tamaulipas; en el Ejército sin comprobación, aunque sí son verificables los abusos y violaciones a los derechos humanos; en Pemex, con Deschamps; en CFE con Moreno; en primos de Margarita en la Guardería ABC, en el IFE y en el IMSS; en el SNTE y en todos los sindicatos; gobernadores de diferentes sabores y colores; en fin en la vida cotidiana de los mexicanos no existe un solo aspecto en que no se haga presente la corrupción y su hermana la impunidad.
Al respecto, el Departamento de Estado de EU acusó que México consiente la corrupción, en un informe en el que subraya prácticas corruptas e impunes; aseveró la dependencia aludida que faltan reglas claras en la lucha contra el narco. Calderón como si no estuviera enterado de nada sobre el particular (¿denunció?) que la violencia es causa de la corrupción.
En estas notas no podemos omitir una declaración de Quadri, que es todo un poema, dirían los peninsulares: integrará al SNTE en su gabinete, si gana los comicios. Nada más de imaginar a EEGM en el sillón del despacho de Vasconcelos, me vomito.
