ANÁLISIS A FONDO
“El Señor López, nooo”
Francisco Gómez Maza

El candidato es un peligro para “México”
Parece que la moneda ya no está en el aire

Ciudad de México.- La encuesta del diario capitalino Reforma, difundida el pasado jueves 31 de mayo, que situaba a Andrés Manuel López Obrador a cuatro puntos porcentuales del puntero Enrique Peña Nieto, entusiasmó hasta el delirio a los correligionarios y simpatizantes del abanderado de las izquierdas.

Reforma publicó una consulta según la cual, si las elecciones se hubiesen celebrado la semana pasada, Peña Nieto habría ganado con 38 de cada cien votos; López Obrador habría obtenido 34, y Josefina habría desaparecido del mapa.

Aparentemente, la Universidad Iberoamericana había votado anticipadamente por el tabasqueño con el rechazo al priísta durante su visita del viernes 11 de mayo, y con toda la secuela de antipeñismo de un mediáticamente importante sector estudiantil, aglutinado en el movimiento “YoSoy132”.

Los momios del mexiquense bajaron. Los de la panista Vázquez Mota prácticamente se desplomaron. Y López Obrador se apuntaba como serio competidor de Peña Nieto y hasta su verdugo, si el antipeñismo crecía.

Pareció evidente para los correligionarios y simpatizantes de López Obrador que éste se enfilaba sin obstáculos al triunfo en las elecciones del primero de julio, Y más porque nadie confía en las empresas consultoras que diariamente sitúan al priísta a la cabeza. Las redes sociales, los únicos medios de comunicación más o menos democráticos, estallaron de euforia izquierdista.

Sin embargo, todo ha quedado en un wishful thingking, una falacia lógica,en la inteligencia emocional de los partidarios de la izquierda. Un wishful thingking traducido por los expertos como “pensamiento ilusorio”: el proceso de conceptualización, deducción, conclusión y toma de decisiones, basado en lo que sería más placentero de imaginar, en vez de comprobarlo, fundamentarlo en la evidencia o racionalidad. Aunque yo traduciría tal expresión como ilusión infantiloide.

Tanto inquietó la encuesta de Reforma que no sólo los seguidores del tabasqueño comenzaron a levantar castillos en el aire. Sus competidores del PRI y del PAN encendieron alarmas y pusieron a andar su contraofensiva. El fantasma aquel del “peligro para México” resurgió de las sombras del pasado inmediato, cuando el PAN repitió en La Silla, “aiga sido como aiga sido”. Volvió a adoptarse como misil para destripar a López Obrador.

Alguien “rescató” el video de la cena en la residencia de Luis Creel, entre “colaboradores” de López Obrador y un presunto grupo de empresarios, fantasmas también porque nunca aparecen a cuadro, y lo editó para entregárselo al poderoso clan Ealy Ortiz, y hacer creer que el de Macuspana había recibido 6 millones de dólares a cambio de compromisos inconfesables con sus “financiadores”.

Explicable que el alto mando del PRI aprovechara la ocasión y presentara insistentemente a López Obrador como trasgresor de los ordenamientos del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales en materia de financiamiento privado a las campañas. Es explicable porque López Obrador ha llegado al extremo al referirse a Peña Nieto. Sólo decir que es ahijado del vecino distante de San Jerónimo es ya un insulto supino para Peña Nieto. Y el priísta no se lo va a perdonar nunca. Además, Andrés Manuel sí es un peligro para el PRI.

Luego escandalizó al “respetable” (al respetable que no lo conoce)  el señor de la cocacola y las botas, el primer presidente panista, Vicente Fox Quesada, descalificando al que se le escapó del linchamiento del desafuero, “dándole” la espalda a su correligionaria Josefina Vázquez Mota y pidiendo a los albicelestes “cerrar filas con quien se perfila como el ganador de la contienda electoral a la Presidencia de la República: Enrique Peña Nieto”.

Y ahí viene el “Jefe”. A nadie debería de extrañarle que, uno de estos días, el misteriosamente secuestrado por “quien sabe quién”, Diego Fernández de Cevallos, anunciara también su voto a favor de Peña Nieto. Siempre ha vivido más cerca de quien paga que de quien grita. Y ha utilizado al PAN, al PRI y a quien se deje.

El amigo predilecto (…) de Calderón, Ernesto Cordero, acabó de confirmar que la decisión de parar al “Señor López” estaba tomada en el búnquer azul de la colonia del Valle y en la casa presidencial para votar por el retorno de la Ola Roja, ante imposibilidad de que un panista ocupe por tercera vez La Silla, rechazado por una mayoría ciudadana desencantada con la administración fallida del presidente Calderón.

Cordero habló anteayer, 4 de junio, en un foro organizado por el Instituto Federal Electoral, y advirtió que “Andrés Manuel López Obrador es una amenaza para la estabilidad económica de México. Otra vez el “peligro para México”.

Pareciera entonces que, aunque hoy, en este proceso electoral, nada está escrito, todo está escrito. Aunque la moneda aún está en el aire, no está en el aire. Contradicciones que sólo pueden ser realidad en este México surrealista.

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