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1087 25 Junio 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
La hora de la hora
Francisco Gómez Maza

Hoy lunes 25, aún nada para nadie
Las encuestas sólo miden las ganas

Ciudad de México.- El domingo venidero, 1 de julio, dentro de seis soles y lunas, sonará la hora de la verdad. La oportunidad para ver si continúa la pesadilla de la violencia y de la muerte, de la pobreza y de la desigualdad, o se inaugura un nuevo ciclo sexenal de paz y justicia para los mexicanos… Por lo pronto, obviedad de toda obviedad, aún no hay nada para nadie.

Entre las 8:00 y las 18:00 horas del domingo, tendrá que salir el humo blanco, indicador de quién será el nuevo presidente de la república y quiénes, los miembros del nuevo Congreso de la Unión. Por supuesto, si no hay urnas embarazadas, si no hay carruseles, si no hay operaciones maleta (tecnologías muy mexicanas de ingeniería electoral para defraudar a los ciudadanos); si el Programa de Resultados Preliminares (PREP) no es manipulado; si hay trasparencia en el conteo de los votos.

Serán las diez horas más importantes en la vida de los mexicanos, en el sexenio que termina. Es el ciclo de renovar ilusión y esperanza. Los mexicanos quieren creer, así lo han hecho saber, que las promesas de campaña de los contendientes no se convertirán en puras vergüenzas, como ha ocurrido desde siempre en este país del “ahora sí con éste…”

Muchos ciudadanos irán a las casillas a votar por una vida menos injusta, por menos inseguridad pública, menos violencia, menos matanzas, menos desempleo, menos inequitativa distribución de la riqueza… Otros, por no perder sus privilegios. Otros, a vender su sufragio. Muchos ejercerán su sagrado derecho de anular la boleta o inclusive de no ir a votar. Se vale. Votar o no votar son un derecho.

Hoy, no obstante que las empresas encuestadoras le dan amplia ventaja al PRI y a su abanderado, Enrique Peña Nieto, otra obviedad, aún no hay nada para nadie. Otro lugar común: la moneda está en el aire.

Faltan seis días para que los medios de información den a conocer, en su página frontal, la gran noticia del fin de uno y el principio de otro ciclo. Los votantes sabrán si en verdad Peña Nieto era el favorito seguro de la mayoría de los votantes, o resulta ser que Andrés López Obrador, del Movimiento Progresista, tenía razón y venía, contra todo sondeo mercantilista, encabezando las preferencias, o si Josefina Vázquez Mota sale a flote gracias al milagrito foxiano, pues cuenta con todo el poder del gobierno, y lo que pasó es que habría sido subestimada por adversarios y analistas. Todo, en el terreno de la especulación.

Hoy lunes 25, aún nada para nadie, obviedad de toda obviedad, pero no tanto. Hay que decirlo: las encuestas sólo miden las “preferencias” electorales de los ciudadanos, sus “ganas” de votar por uno o por otro candidato. Pero no dicen qué logotipo partidario cruzarán a la hora de la hora. En esa hora maldita o bendita, dependiendo del cristal con que se mire, quienes en las encuestas levantadas en la campaña mostraron preferencia por Peña Nieto, por López Obrador, por Vázquez Mota, e inclusive por Quadri –el despreciadito porque es muñequito de Elba Esther-,  pueden cambiar su parecer.

Mientras tanto, los candidatos están poniendo su resto, en este juego de lotería manipulado por el gritón: en su cierre de campaña en el Distrito Federal, el sábado 23 de junio, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota,  aseguró que “en la boleta no habrá más que dos opciones: el México de la estabilidad, la educación, la democracia y la libertad, y ese México, con un joven viejo que se rinde ante el crimen organizado, se esconde en el baño y deja la silla vacía. Del otro, “no tan joven”, que representa el autoritarismo, las crisis y que le escribió el himno al PRI en Tabasco y se mantuvo en ese partido pese a las masacres estudiantiles del 68 y 71.” 

Con la promesa de acabar con las “viejas prácticas de la política”, Peña Nieto cerró su campaña en el Distrito Federal, ante un estadio Azteca semilleno. “Siéntanse orgullosos porque su voto va a cambiar a México; siéntanse orgullosos porque su voto es por el futuro de México, juntos vamos a dejar las prácticas de la vieja política; éste es un proyecto comprometido con la democracia, la libertad y la transparencia”.

López Obrador va contra las encuestas que lo ponen por lo menos 12 puntos del priísta. Él asegura que va primero. Un lector de Análisis a Fondo dibujó el viernes el sentimiento generalizado de los simpatizantes del tabasqueño: “Yo no conocía en persona al escamoso acatompterigio de los pantanos de Centla, pero qué sabroso se siente ver un tren en sentido contrario (a la izquierda) en contra de los que, cuando una cuarta parte apenas sabía leer, ellos se enriquecieron.”

Así está el ambiente electoral mexicano. Los tres candidatos importantes están seguros del triunfo. La verdad es que al “ganador” se los darán los votos o el fraude electoral.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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