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1093 3 Julio 2012

 

Arrebato imprudente de AMLO
Hugo L. del Río

Monterrey.- Salió Andrés Manuel con sus arrebatos: sólo aceptará el resultado que lo favorezca. El tabasqueño dio a entender que no empleará mano dura. Ojalá cumpla.

Reconocer el triunfo del mexiquense le hubiera ganado muchas simpatías que en su momento se habrían convertido en sufragios.

El hecho es que los mexicanos expresaron su voluntad. Después vendrán los ensayos por interpretar el sentido del voto, pero estamos obligados a respetar el asentimiento colectivo.

Enrique Peña Nieto será el próximo Presidente de México porque así lo determinó la consulta comicial.

El rey ha muerto, viva el rey. No se vale apelar a las pasiones de la legión de mexicanos primitivos formados en la anticultura de la violencia y la intolerancia.

Las del domingo son las elecciones más limpias de nuestra historia: el único antecedente en cuanto al aliño son las de 1911, que le dieron el triunfo a Francisco Indalecio Madero.

Todos los partidos estuvieron representados en las casillas, las actas fueron aprobadas por unanimidad y un ejército de observadores da constancia del aseo en el procedimiento electoral.

Preocupan el comportamiento irresponsable del diario La Jornada y los comentarios vertidos por voceros del sector duro de la coalición de izquierdas.

Esta alianza lleva ganado un amplio terreno; no es cosa de tirar por la borda el capital político que dentro de seis años podrá aprovechar otra generación de nuestra socialdemocracia: líderes como Marcelo Ebrard, Miguel Mancera, Mondragón y Kalb, quizás Alejandra Barrales.

Nadie nos dijo que es tarea sencilla ganar el poder por la vía legítima de la papeleta electoral.

Ejemplar en tenacidad fue, en este campo, la vieja guardia del PAN.

Por lo demás, Peña Nieto no tiene un cheque en blanco. Al sufragar por las izquierdas o el PAN, el 57.6 por ciento de los electores dejó en claro su oposición al PRI.

El mexiquense venció: ahora necesita convencer.

Por lo pronto, hay que darle el beneficio de la duda: en la campaña era válido satanizarlo, ya no. Lo prudente: esperar, con ánimo crítico y vigilante. Apenas comenzamos a construir el edificio de la democracia: no echemos a perder el sacrificio y el esfuerzo de millones.

Ni sumisión ante EPN ni arrebatos de machos primarios devotos de la teoría de la conspiración. El Estado somos 110 millones de mexicanos.

Pie de página
Nacho Zapata, en el lecho del dolor, estuvo al tanto del proceso electoral. Un abrazo solidario al luchador social y gran amigo. Nuestros mejores deseos por su recuperación.

 

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