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1108 24 Julio 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
A buen árbol se arriman

¿Pueden los españoles encontrar trabajo en México?
Seguro que no; más bien sorpresas muy ingratas

Ciudad de México.- En momentos en que el mercado laboral en México está muy de capa caída, las consultoras laborales en España están sugiriendo a los trabajadores excluidos por la recesión económica europea hacer maletas y viajar a México en busca de colocación, pues consideran que este país es de los pocos con posibilidades de resolverles la vida que les desgració la crisis.

El diario El País, en su edición del domingo 22 de julio, recogió sugerencias de empresas consultoras de empleo que ubican a México entre las economías emergentes con “grandes bolsas de trabajo disponible”. Es el caso, “sobre todo”, de Brasil y México, de acuerdo con la empresa Accenture y el representante de Adecco, César Castel.

“Aunque el capítulo de los países emergentes es muy discutible para que los españoles vayan a buscar trabajo, sobre todo aquellos con perfiles menos cualificados, en Accenture tenemos puestos los ojos en Perú, Chile y México”, dijo al diario madrileño un ejecutivo de esa empresa en España.

Además, de acuerdo con los consultores entrevistados por El País, en México los españoles en busca de empleo pueden cambiar la visa de turista a residente sin necesidad de retornar a España a realizar los trámites una vez conseguido el contrato.

Puede parecer, de hecho es, un engaño de las consultoras españolas sugerir a México como una fuente para resolverles el problema de desempleo a los españoles. La realidad mexicana es totalmente diferente a la que dibujan.

No obstante que el señor Calderón presume de que durante todo su sexenio, de enero del 2007 y a noviembre venidero, se habrán creado dos millones de empleos, “dos veces y media más que los empleos generados por la administración anterior”, la de su correligionario Vicente Fox, lo cierto es que para hacerle frente al desempleo galopante tendría que haber abierto 7.200,000, pues la demanda anual es de por lo menos 1.200,000. Cifras muy conservadoras.

La tendencia del mercado laboral en México, en base a la contabilidad de las empresas públicas  -Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y la Secretaría del Trabajo- que miden el comportamiento del empleo, continúa en franca pauperización. Las cifras correspondientes al mes de junio señalan que, si bien la tasa de desocupación es menor a la registrada en 2011, en realidad ello se debe a que la insuficiente creación de empleo se ha dado en condiciones de marginalidad.

Esta depauperación se refleja en los importantes incrementos del empleo subterráneo o informal: el 29.7% de la población con una ocupación lo hace en las redes de la informalidad, 0.8% más que hace un año. La válvula de oxígeno para la economía mexicana sigue radicando en actividades de bajo valor agregado y que se encuentran vinculadas con la informalidad y/o la ilegalidad.

Además, la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (personas que trabajan en condiciones inadecuadas, por ingresos o por el escaso tiempo de ocupación laboral), aumentó hasta un 12.4%, 0.9% más que en junio de 2011, hecho que pone en evidencia que la mayoría de los mexicanos enfrentan el dilema de sostener a su familia en base a remuneraciones insuficientes para proporcionarles un nivel de bienestar satisfactorio.

El mercado laboral, de acuerdo con un reporte divulgado ayer por el diario mexicano  El Universal, tiene una flexibilidad preocupante: se contrata a personas por menos tiempo del marcado en la ley y sin dar cumplimiento a la elaboración de un contrato por escrito o al otorgamiento de las prestaciones adecuadas, datos consignados en entregas anteriores de Análisis a Fondo.

Y las autoridades mexicanas son omisas ante el quebranto del actual marco legal, lo que quiere decir que no existe garantía de que actuarán de una mejor manera ante una modificación de las normas existentes (la reforma laboral tan manoseada por el presidente Calderón y su partido, el PAN). Simultáneamente, la contratación con menores jornadas de trabajo, con salarios inferiores al mínimo, a destajo, vía outsourcing, entre otras, es ya una realidad ensombrecedora, por lo cual difícilmente tendría impacto su legalización.

Y no hablamos ahora de la subocupación que representa la búsqueda que los mexicanos hacen por más de un empleo para asegurar un mejor nivel de vida para sus familias.

Además, haber estudiado una carrera no es garantía de encontrar un empleo bien remunerado en México. En los 32 estados de la federación mexicana, 35% de los desempleados en 2011 tuvieron un nivel de preparación medio superior y superior en promedio, de acuerdo con el INEGI. O sea: de cada 100 habitantes sin una fuente de ingresos, 35 terminaron la preparatoria y/o la universidad.

Ante esta situación a todas luces desastrosa, difícilmente los empleadores mexicanos podrían absorber mano de obra extranjera. La sugerencia es que el nuevo presidente de la república se vaya con prudencia y no se comprometa a resolver el problema del desempleo, porque para ello tendría que impulsar el crecimiento de la economía por encima de un 6 por ciento. Los españoles desempleados deben tener mucho cuidado al escuchar el canto de las sirenas de los consultores laborales europeos. 2013 podría traer sorpresas muy desagradables.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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