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1184 7 Noviembre 2012

 

PUNTOS CARDINALES
Posible minimato en Chiapas
Óscar Palacios

San Cristóbal de las Casas.- Hay una canción ranchera que dice: “cuál de los dos amantes sufre más pena, el que se va o el que se queda. El que se queda, se queda llorando, el que se va, se va suspirando”. Así andan los dos principales amantes del poder: Calderón y Peña Nieto en este largo interregno hacia el cambio en la administración federal.

El escenario: una retentada violencia y la verborrea triunfalista del guerrero panista y los signos de venta de garage del peñanietismo que viene.

Mientras el país sigue desangrándose, Felipe se desplaza por todo el país con sus justificaciones pueriles que la realidad desmiente. Por su parte, Peña Nieto comienza a afilar la maquinaria para imponer sus reformas. Ha comenzado con una tortuosa reforma laboral que deja en la indefensión a la clase trabajadora—, que no así a los caciques sindicales; —y ya afina la reforma energética para darle lo mejor a la iniciativa privada voraz, ya sea de casa o transnacionales.

¿Qué nos espera entonces? Todo indica que el círculo vicioso de la historia se repite. En México no hay nada nuevo bajo el sol, ni siquiera la esperanza. El cambio será de nombres y matices y se corre el riego de retornar al autoritarismo que borrará los atisbos democráticos que se han logrado. Calderón y Peña son “una y otra pluma de una misma ala”. Ambos al servicio del gran capital y a la voz de mando de los vecinos distantes. Seguirán las oscuras golondrinas.

En  Chiapas— -of course- no cantan mal las rancheras. Las aguas revueltas sexenales asomaron su rostro. Existe la impresión generalizada de que el que tiene que irse no quiere partir y el que viene como que se anda escondiendo. Juan II de Chiapas padece el síndrome de Plutarco, aspira a un minimato (el maximato es  marca registrada de Elías Calles—y por eso los signos descompuestos de la otrora presunta paz social).

A lo del endeudamiento y sus cifras que suben y bajan -que son 20, que son 30, que son cuarenta mil y ya superó al moreirazo, etcétera-, se agrega que no hay cash para pagarle ni al más modesto barrendero, ni pal cofee break, ni a la pensión de los premios Chiapas —le rascaron al fideicomiso, le deben 6 meses a los talleristas de Coneculta, a las constructoras, a los medios, a… y ya pa´ qué le sigo. No se debe sólo un mes sino en algunos casos tres o cuatro, o un año completo. Después de tanta presunción mediática del Chiapas nuevo, todo está paralizado. Ahora sí que estamos, y no como metáfora, como una flor al viento.

A todo lo anterior agreguémosle el rumor, ese llamado terrorismo verbal que surge cuando hay un vacío de libertad, cuando se ha coartado la libertad de expresión. Han surgido varias cartas, vía Internet, que no sabemos si los firmantes son auténticos o alguien aprovechó el viaje para enredarlos en la maraña. Sea lo que fuere, es un mes para que sigamos viviendo en el peligro. Si no que lo digan Gutiérrez Avila, Amadeo Espinosa o hasta Roberto Domínguez Castellanos, el mejor rector que ha tenido la UNICACH y a quien le inventaron una protesta estudiantil sin fundamento. Fue muy obvia la  poderosa la mano que meció la cuna.

Ahora sólo nos falta un mes para decir ¡uuufffff! Sin embargo, lo interesante es lo que viene. Don Güero, por estrategia no se aparece. Seguramente están preparando en el DF el plan de gobierno. Aquí al señorón Juan Carlos Gómez Aranda me lo traen de arriba para abajo sin darle datos sustanciales para la transición.  MVC hace mal en no recorrer la entidad, amarrar los contactos, sumar lealtades. No bastan los carteles fríos del “Gracias Chiapas”. Si tuvo una votación aplastante significa a su favor un apoyo magnífico de la ciudadanía. Que ya se suba al toro y lo tome por los cuernos.

Por eso apunto: si en su discurso inaugural se va con la finta del compadre y amigo que redescubrió y transformó Chiapas, ya inició chueco. Mejor que diga la obviedad: recibo una administración en quiebra, con una deuda que hasta los nonatos tendrán que pagar. Para empezar JSG quería a Valls o a Yassir. Siempre le puso piedras en el camino a don Güero. En fin, lo tendrá que valorar. Si permite la impunidad en el pecado llevará la penitencia. Será una golondrina que no hará verano.

¿El ocho de diciembre llegará con su equipo, o permitirá que le impongan el gabinete?  Ya lo veremos. El rey ha muerto, viva el rey.

En los municipios, también chiapanecos, están folclóricos. Sin embargo, hay luces y sombras. Luis Ignacio Avendaño entra en Comitán con el pie derecho. El consenso es que lo hará bien. Ojalá no se falle y sobretodo, no le falle a esa mayoría que cree en él. Pasa lo mismo en San Cristóbal. Después de la involución provocada por Cecilia sin Victoria llega Francisco Martínez Pedrero y la corriente de opinión a su favor es fuerte. También esperamos que  ponga en  juego la imaginación y realmente Jovel sea la ciudad cultural de Chiapas y con ello jale al turismo que no es antrero y que gustaría de disfrutar del ser y quehacer chiapaneco alteño. Que no le pase lo que a su antecesora que de año de la cultura sólo tuvimos el año de la basura.

Y finalmente Toledo bis, el de Tuxtla, el de la sonrisa congelada que parece decirnos “no me merecen”. ¡Ay, Tuxtla, cada alcalde que te imponen! ¿Irá a solicitar otros 50 millones para los baches de nunca tapar? Ya veremos. Por el momento hay que sumarse a la propuesta del buen Ruperto Portela Alvarado y exigir que dejen al centro de la capital sin ese jodido tianguis antiestético. ¡Ah, qué corrupción!

Y como decía Humberto G. Tamayo: ahí les dejo mi reputación para que la hagan pedazos. Ah, pero antes, congratulaciones a Toño Cruz Coutiño y a Víctor Cruz Roque, por la presentación de sus respectivos libros. Éxito.

ospal2@hotmail.com

 

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