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1229 10 Enero 2013

 

TRANSICIONES
Oportunidad en Conacyt
Víctor Alejandro Espinoza

Tijuana.- El pasado jueves 3, el presidente de la república designó a Enrique Cabrero Mendoza como director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en sustitución del químico Enrique Villa Rivera, ex director del Instituto Politécnico Nacional.

Durante el proceso electoral, Andrés Manuel López Obrador había hecho una propuesta específica sobre la nueva estructura y el papel central de la ciencia y la tecnología en el nuevo gobierno de izquierda. Propuso transformar a Conacyt en una Secretaría de Estado, incluso anunció que el titular sería el investigador emérito de la UNAM, René Drucker Colín. El jueves pasado, durante su discurso de nombramiento, Enrique Peña Nieto hizo una mención expresa a la iniciativa de AMLO y justificó por qué decidió no retomar la propuesta, pese a que durante los primeros días de su gobierno había señalado que crearía la Secretaría de Ciencia y Tecnología: dijo que sería muy costoso y pensaba que se generaría mucha burocracia.

El Conacyt fue creado un 29 de diciembre de 1970; desde entonces ha pasado por diversas reestructuraciones. Por mucho tiempo dependió de la Secretaría de Educación Pública; sin embargo bajo el gobierno de Vicente Fox, concretamente el 31 de octubre de 2001, pasó a depender de manera directa del presidente de la república.

Los dos últimos directores habían tenido perfiles “administrativos y técnicos”. Juan Carlos Romero Hicks, antes fue gobernador de Guanajuato y su formación era de licenciado en Relaciones Industriales. Por su parte, Enrique Villa tuvo un breve paso por la dirección (apenas el 9 de marzo de 2011 había sido designado). Ambos dejaron un legado muy discreto –por no decir gris– a la política científica y tecnológica de México.

De los 27 centros que componen el Sistema Conacyt, dos se encuentran en Baja California: el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese) y El Colegio de la Frontera Norte (El Colef). Hoy con el nuevo director, Enrique Cabrero Mendoza, se abren expectativas positivas para generar los cambios que se requieren en nuestras instituciones. Sobre todo en el plano de la creación de cuerpos colegiados, indispensables para evitar el verticalismo en la gestión institucional.

Enrique Cabrero, a diferencia de sus antecesores, sí conoce los centros Conacyt (era hasta el día de hoy director de uno de ellos: el CIDE). Y sabe los problemas por los que atraviesan, sobre todo en el ámbito del clima laboral. Pero también, conoce la importancia de que los centros de investigación sigan creciendo. Invertir recursos en la creación de nuevos centros no es un gasto, es una vía segura para el desarrollo. En la toma de posesión de Cabrero, el presidente Peña Nieto anunció que el presupuesto para ciencia y tecnología crecerá hasta llegar al 1% del PIB en los próximos diez años; es una buena noticia que tenemos que hacer realidad.

Por lo demás, en los compromisos establecidos en el Pacto por México, firmado hace unas semanas por las principales fuerzas políticas, en dos de ellos se alude al tema tratado: el número 47 dice: “Se definirán prioridades, objetivos nacionales y regionales concretos, para estructurar un programa de largo plazo para el desarrollo especializado de la ciencia y la tecnología en todo el país”; mientras que en el 48 se establece: “Se aumentará el número de investigadores y de centros dedicados a la ciencia, la tecnología y la innovación y, como consecuencia, se incrementará significativamente el número de patentes”.

El modelo de gestión de los centros Conacyt requerido en la nueva etapa de desarrollo es aquel que equilibre condiciones de trabajo dignas, un clima laboral sano y la inversión necesaria para garantizar el desarrollo científico y tecnológico. La idea de seguir menospreciando las capacidades de quienes integran la comunidad académica y continuar imponiendo directivos a partir de compromisos políticos ha deteriorado la salud de los centros de investigación. A pesar de ello, hoy la mayoría cuenta con el prestigio derivado del trabajo individual de los investigadores. Imaginemos el potencial que pudiera desplegarse si el modelo de gestión cambiara. Esa es la promesa del nuevo gobierno; esperamos que pronto transitemos por ese camino.

Investigador de El Colegio de la Frontera  Norte. Correo electrónico: victorae@colef.mx. Twitter: @victorespinoza_

 

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