ANÁLISIS A FONDO
Inmujeres en suspenso
Francisco Gómez Maza
¿Inmujeres en manos de amiga de EPN?
¿Presidencia por apoyos de campaña?
Ciudad de México.- La mayoría de las agrupaciones defensoras de los derechos humanos de las mujeres está preocupada ante la aún indefinida política del presidente Enrique Peña Nieto en el tema de la aún muy lejana igualdad entre hombres y mujeres.
Por lo que ven que no está sucediendo, o que sucede, abrigan temores de que el sexenio del retorno del PRI sea otro sexenio perdido en lo que concierne a este candente capítulo de las relaciones humanas.
Tal preocupación parte de la presunción de que Peña Nieto haya consumado una imposición con cara de decisión democrática en el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), con la ayuda de su operadora Rosario Robles, secretaria izquierdista de desarrollo social.
El Inmujeres pronto tendrá titular, que las organizaciones denunciantes están seguras que sería la peñista Lorena Cruz Sánchez (Edomex), integrante de la “cómoda” terna que la junta de gobierno de la institución aprobó el viernes, para que de ella escogiera el presidente. Las otras candidatas son Milagros del Pilar Herrero Buchanan y Teresa Incháustegui Romero, considerada ésta con mejores méritos.
El mérito de mayor peso de Cruz Sánchez, al decir de las organizaciones denunciantes, es ser de la confianza del presidente, “encargada con mucho éxito del reparto de despensas y pavos en la dependencia del Edomex”, a favor de la candidatura tricolor.
Las organizaciones feministas alegan que el presidente no escuchó los llamados a la evaluación del perfil y las capacidades de las candidatas, lo cual habría ya concluido con la imposición de la mexiquense.
Ahora, la postura de las organizaciones denunciantes, aglutinadas en un Movimiento Amplio de Mujeres, es que, “ante un hecho consumado, lo único que podemos expresar es la reflexión: estar a la observancia y la exigencia de la rendición de cuentas”.
La verdad es que quien presida el Inmujeres debe contar con capacidad probada, conocimientos amplios y trayectoria relevante, y de ninguna manera puede estar al frente del mismo alguien improvisado. Y la candidata que más se asemeja al perfil ideal es Teresa Incháustegui Romero, con un impresionante currículum académico, de “servidora” pública, de docente, y sólida experiencia en el manejo de la política de género, tanto en la academia, como en el servicio público.
Es más, entre las 17 competidoras para el encargo estaban las priístas Dulce María Sauri Riancho, Martha Laura Carranza y Alicia Téllez, quienes calificaban en trayectoria y experiencia varios puntos arriba de Cruz Sánchez. Sin embargo, “nada importó; ni la terna previamente construida por quienes integran los consejos ciudadanos, ni la calificación de perfiles que colocaba en el lugar 14 a la candidata de Peña Nieto.
Las representantes de las organizaciones de mujeres y de diferentes sectores del movimiento amplio, exhortaron al presidente de la república y a la secretaria de desarrollo social a que el nombramiento de la titular del Inmujeres emerja de un proceso democrático y consensuado, en el que se privilegie la revisión de perfiles y capacidades.
Recordaron que el movimiento amplio de mujeres se ha distinguido por su capacidad de diálogo y construcción de consensos, poniendo por encima de sus diferencias los acuerdos a favor de los derechos de las mujeres.
Por la importancia nacional e internacional que tiene el Inmujeres, es fundamental que quien lo presida cuente con capacidad probada, conocimientos amplios y trayectoria relevante. El gobierno federal y el titular del ejecutivo tendrían que ser congruentes con la voluntad, públicamente expresada, de construir acuerdos y respetar procesos, para que la nueva titular del Instituto cuente con la confianza del movimiento que acompaña, fortalece y fiscaliza su quehacer.
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