México ágrafo
Carlos Manuel Sabines
Ciudad de México.- Amables lectores, la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura (FunLectura) acaba de dar a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura.
Los principales datos son los siguientes: el 87 por ciento de los hogares sólo tienen entre uno y 30 libros; el 49 por ciento declara no haber ido nunca a una biblioteca y 44 por ciento no lee por gusto; sólo 60 por ciento de los que reciben 9 salarios mínimos o más, lee el 43 por ciento aseguró que lee menos que en 2006; 34 por ciento igual y 22 por ciento más; el grupo de edad que se mantuvo o lee más fue el de 12 a 17 años.
Alarmante: 28 por ciento de los universitarios y 46 por ciento de los de posgrado, no lee libros fuera de los textos que emplean en sus estudios. Es decir, terminan, obtienen su título y creen que ya acabaron de aprender, lo cual es totalmente falso.
Con esos datos, ¿qué educación tenemos?, ¿qué clase de preparación "padecemos"? Y todas las preguntas que al respecto, se nos ocurran.
Las declaraciones ¿patrimoniales? de EPN y su séquito, que presentaron en días anteriores con bombo y platillo, lejos de ser aplaudidas por el respetable, como era el deseo, se convirtieron en un motivo de chunga. Hay más críticas negativas que a favor y todo por esa prisa por tragarse la limbre a puños y meter la pata. Lo menos que se dice, es que son insuficientes, por no haber incorporado valores y así por el estilo, hasta mencionar que se trata de una simulación y mentira.
Nuestro tema favorito, el de Pemex, no deja de proporcionarnos alimento para estas notas. Hoy tenemos dos de ocho: la primera es que las 4 subsidiarias que tenía desde Salinas quedarán fusionadas, como originalmente lo estaban, pretendiendo, dicen los consejeros profesionales, amanuenses de Lozoya y del que sea, elevar eficiencia y eficacia en sus operaciones; la segunda es que se creó una nueva empresa para producir PVC, entre Pemex (42.3 por ciento) y Mexichem (57.7 por ciento); es decir, es minoritaria la joya de la corona mexicana. La coinversión será de 556 millones de dólares.
Por su parte, Videgaray (LVC), hace la competencia a EPN, al declarar que éste es el año de la reforma energética. Desde el "presidente del empleo formal", iniciamos el conteo de las frases laudatorias en este sexenio, que luego sabremos de qué será; como el de la muerte y otros más de Calderón.
La ONU, casi siempre inoportuna en sus señalamientos, nos dice que el débil desempeño de países desarrollados impactará en los emergentes, ya que la economía mundial esta en grave riesgo de caer en nueva recesión. De EPN-LVC para abajo, incluyendo a Salinas-Aspe-Gil Díaz, ¿qué dicen a esto los gerifaltes de Hacienda? El organismo citado calcula un 3.8 por ciento de crecimiento del PIB, pero no hay que olvidar que el Bank of America Merrill Lynch ya lo ajustó a 2.8 por ciento y el Banco Mundial a 3.3 por ciento.
Nuestro robusto servidor público de cabecera, Carstens, señaló que bajará el poder adquisitivo de los ingresos de los hogares mexicanos si se grava a los alimentos, puesto que las familias destinan el 47 por ciento de sus emolumentos a ese rubro. Hasta que se le escuchó una frase cierta al rotundo gobernador de Banxico.
Por su parte, Standard&Poor´s chantajea con las famosas reformas estructurales y dice que si se aprueban, esos organismos podrían elevar la calificación crediticia del país, porque impulsarían el crecimiento; "el dinamismo económico ayudará a mantener niveles de desempleo bajos, en alrededor de 5 por ciento y entonces el crecimiento del PIB crecería en 2013 en 3.5 por ciento", antes de la aprobación, no hay nada. En otras palabras, EPN-LVC están apostando todo a las reformas, ¿y los legisladores qué opinan?
¿Qué tal?, nuestro crecimiento económico no pasará de perico perro. De ahí que nuestras aseveraciones sobre el particular, vayan en sentido contrario al optimismo de Los Pinos. También debe anotarse que nuestro futuro está anclado al de Estados Unidos y esto no tiene discusión porque se trata de una verdad que tiene cientos de años. Y por si fuera poco, uno de los desafíos de Obama, es precisamente el de la deuda de su país y su implicación en México. Con ello se atan dos problemas de la nación vecina a México.
¿Cabe tanto optimismo?
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